JOHANNESBURGO, Sudáfrica, 4 de octubre (EFE).- Doctores de la Universidad de Witwatersrand, en Sudáfrica, llevaron a cabo el que se considera como primer trasplante mundial deliberado de hígado desde un paciente con VIH a uno no infectado, protagonizado por una madre y su hijo.
El menor, del que no se divulgó el sexo, se encontraba en estado crítico por complicaciones de hígado y los médicos se enfrentaron al dilema ético de salvarle la vida pero exponerle al riesgo de contraer el sida.
La operación se realizó en 2017 pero se dio a conocer hoy, a través de un comunicado de la universidad, en coincidencia con la publicación de un estudio del caso en la revista científica AIDS, de la Sociedad Internacional de SIDA.
Un año después de la operación, los dos pacientes se han recuperado completamente, si bien aún no se puede descartar que el menor esté libre del virus.
“Dos aspectos de este caso son únicos. Primero, involucró la donación intencional de un órgano de un individuo positivo por VIH. Segundo, la exposición previa a medicación profiláctica (de prevención) en el hijo/a que recibía el órgano podía prevenir la transmisión del VIH”, señaló Jean Botha, director de la Unidad de Trasplantes a cargo de la operación, según el texto.
“Sin embargo -agregó-, solo lo sabremos concluyentemente cuando pase el tiempo”.
El niño llevaba en la lista de espera para recibir un órgano más de medio año y era habitualmente hospitalizado por complicaciones críticas.
“Sin el trasplante, el hijo habría muerto con seguridad. Sin embargo, salvarle la vida al hijo debía ser puesto en la balanza frente al posible daño al donante y el riesgo de transmitirle el VIH casi con seguridad”, indicó la universidad, una de las más prestigiosas de África.
La infección de VIH produce un deterioro progresivo del sistema inmunitario, que llega al estadio de “deficiente” cuando deja de cumplir su función de lucha contra las infecciones y enfermedades.
La ONU calcula que en todo el mundo hay 37 millones de personas que viven con ese virus.
Sudáfrica figura en las listas mundiales de los países con más prevalencia del virus y, aunque en los últimos años se ha extendido mucho la prevención y el tratamiento, se calcula que el sida aún causa unas 180.000 muertes al año en el país.