Internacional

El cuartico, igualito

Pelayo Terry Cuervo

No dejan de sorprender las noticias que va “filtrando” gota a gota el gobierno de Estados Unidos, en su compleja relación con Cuba.

Si hace sólo unos días, en su escalafón unilateral, redujo al nivel 2 la alerta para quienes viajan a la Mayor de las Antillas, hace pocas horas la embajada de ese país en el archipiélago publicó en su página web que estaba reanudando sus servicios en la legación en La Habana, pero sólo para los ciudadanos estadounidenses radicados en el país.

Como se conoce y se ha publicado reiteradamente en los diarios POR ESTO!, el gobierno del magnate multimillonario Donald Trump redujo al mínimo a su personal diplomático aquí, aduciendo los supuestos ataques sónicos a sus representantes, pero hasta este mismo instante no han podido demostrar la veracidad de sus acusaciones.

No obstante el enrarecido panorama, que no ha tenido más luz porque se han negado a establecer la cooperación necesaria con las autoridades cubanas para resolver de una vez y por todas el “misterio” de la “agresión acústica”, los vecinos del Norte insisten en mantener casi “vacía” su sede en el malecón habanero.

Ahora, en la página web de la embajada, anuncian que reiniciarán los servicios para sus nacionales radicados en la mayor isla de las Antillas, a quienes podrán realizarles trámites como la renovación de pasaportes, la primera solicitud de este tipo de documento, servicios notariales y de autenticación, informes consulares de nacimiento en el extranjero y asistencia de emergencia.

No aclaran, por cierto, si ello lo harán con el mínimo de personal que mantienen en la actualidad o si tomarán otro tipo de acción.

Pero de reanudar los servicios a cubanos en sus oficinas, nada. El “castigo” sigue en pie, estarán diciendo desde Washington ¿o Miami? quienes se han “robado” literalmente el tema de las relaciones entre Estados Unidos y Cuba, las cuales habían tenido un cambio desde que el 17 de diciembre del 2014 ambos gobiernos acordaron restablecer las relaciones diplomáticas e iniciar el camino hacia la normalización.

Entonces, al menos por lo indicado en el comunicado hecho público, no se retoman los servicios consulares a los ciudadanos cubanos, lo cual perjudica directamente a decenas de familias de aquí y de allá desde hace más de un año, pues está detenida esa atención desde septiembre del 2017.

Ello ha obligado a los cubanos que desean viajar hacia la nación vecina, a realizar trámites en terceros países, con el encarecimiento de tales actos y las dificultades adicionales que traen consigo.

El cuentagotas estadounidense, para decirlo de alguna manera, ha incluido en los últimos meses también la declaración de Cuba como territorio con puesto sin acompañante, lo cual impide que los familiares de los diplomáticos norteamericanos permanezcan junto a ellos durante la misión, que, además, fue recortada de 24 meses a un solo año.

La tensa relación provocada por las medidas tomadas por Estados Unidos contra Cuba parece no encontrar un momento de descanso. La agresividad se multiplica con el paso de los días, aunque a veces quieran emitir “señales” de todo lo contrario.

No obstante, Cuba no claudica en su forma de actuar y pensar y como cada año, presentará ante la Asamblea General de las Naciones Unidas su informe sobre la necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por el Gobierno de los Estados Unidos contra Cuba, el cual denuncia las afectaciones sufridas por la población durante el último año como consecuencia de esa política genocida.

Para Estados Unidos, las medidas aplicadas parecen ser parte de su juego de dominio imperial, acostumbrado a decidir cuánto se mueve en este mundo; para Cuba, la serenidad en sus respuestas es demostración de madurez política, sin claudicar a denunciar el estrangulamiento al que ha estado sometida durante todos estos años. Para ellos, su cuartico está igualito, para los cubanos, la denuncia y la firmeza en cada acto cotidiano.