WASHINGTON, EE. UU., 1 de enero (EFE).- El presidente estadounidense, Donald Trump, ha invitado a los líderes republicanos y demócratas del Congreso para reunirse mañana en la Casa Blanca con el objetivo de tratar de solucionar el cierre parcial de la Administración, que dura ya once días, informaron hoy medios locales.
De acuerdo al medio especializado Roll Call, Trump ha invitado a los republicanos Kevin McCarthy, Steve Scalise, Mitch McConnell y John Thune y a los demócratas Nancy Pelosi, Steny Hoyer, Chuck Schumer y Dick Durbin, todos ellos líderes en la Cámara Baja y el Senado.
Pese a que no hay confirmación oficial del encuentro, el diario The Washington Post y otros medios apuntaron, citando a fuentes conocedoras del asunto, que funcionarios del Departamento de Seguridad Nacional explicarán a los congresistas los retos de la seguridad fronteriza de Estados Unidos en una sesión informativa.
Esta reunión se dará un día antes de que los demócratas de la Cámara de Representantes voten para reabrir la Administración con seis proyectos de ley de presupuestos para todo el año y una resolución continua a corto plazo para el Departamento de Seguridad Nacional.
Hoy mismo, Trump rechazó esa estrategia legislativa porque no incluye los fondos que él considera necesarios para la construcción de un muro en la frontera con México.
“Los demócratas, tal como sospechaba, no han asignado dinero para un nuevo muro. ¡Tan imaginativo! El problema es que, sin muro, no puede haber una verdadera seguridad fronteriza, ¡y nuestro país debe tener una frontera sur fuerte y segura!”, señaló Trump en su cuenta oficial de Twitter.
Trump desestimó así el plan que los líderes demócratas del Congreso estadounidense anunciaron ayer intentar reabrir el Gobierno a partir del 3 de enero, cuando tomarán el control de la Cámara Baja.
EE. UU. reitera
apoyo a Israel
La retirada de las tropas estadounidenses de Siria, decidida por el presidente Donald Trump, “no cambia nada en absoluto” respecto al apoyo y la protección de Estados Unidos a Israel, afirmó este martes el secretario de Estado Mike Pompeo.
El jefe de la diplomacia estadounidense hizo esas declaraciones al reunirse con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, en Brasilia, al margen de la investidura del nuevo presidente brasileño, Jair Bolsonaro.