RIO DE JANEIRO, Brasil 5 ene (Reuters/EFE).- Las declaraciones del flamante presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, en las que dijo estar abierto a que Estados Unidos opere una base militar en suelo brasileño no fueron bien recibidas por las fuerzas armadas del país, dijo un alto oficial militar a Reuters el sábado.
Bolsonaro, que asumió el cargo el 1 de enero, dijo en una entrevista televisiva el jueves que podría estar dispuesto a permitir una base estadounidense en Brasil para contrarrestar la influencia de Rusia en Venezuela, una decisión que significaría un cambio de dirección radical en la política exterior del país.
El Ejército de Brasil es contrario a la instalación de una base estadounidense, según dijo el oficial, que pidió mantenerse en el anonimato, ya que no tiene permiso para hablar de estos asuntos en público.
Asimismo, agregó que la posibilidad de ceder territorio para una base sorprendió a los oficiales del Ejército brasileño, tradicionales guardianes celosos de la soberanía nacional.
El Ministerio de Defensa dijo el sábado que no había sido informado de la propuesta por parte de Bolsonaro, un general retirado de ultraderecha que ha nombrado a varios militares en retiro como integrantes de su gabinete.
“El presidente no discutió esto con el ministerio de Defensa”, dijo la mayor Sylvia Martins, portavoz ministerial.
Bolsonaro impone sus ideas
El nuevo presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, ha comenzado a imponer su ideal ultraconservador en medio de la euforia de los mercados financieros y la virtual ausencia de una oposición, que parece haber desaparecido ante su fuerte arrastre popular.
El líder de la ultraderecha, que asumió el poder este 1 de enero, comenzó su gestión con pulso firme y en los primeros días imprimió un giro radical en todas las áreas, incluida la exterior, que tendrá un claro alineamiento con Estados Unidos y una posición mucho más dura frente al “comunismo” que atribuye a Venezuela y Cuba.
En cuatro días, el Gobierno alteró las normas para la demarcación de nuevas tierras indígenas; rebajó el peso de las políticas en favor de los homosexuales; y anunció su intención de “acabar” con la Justicia laboral y los “excesos de derechos”. También autorizó la destitución de aquellos funcionarios que defiendan ideales izquierdistas y en política exterior se alineó con Estados Unidos.