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Elecciones en Uruguay

Alfredo García

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A casi medio siglo de la paradoja política uruguaya con la derrota del movimiento revolucionario (MLN-Tupamaros) y la ininterrumpida victoria electoral de la coalición de centro-izquierda, Frente Amplio, desde 2004, el ejemplar camino de reconciliación nacional adoptada por la clase política y el electorado, se ve ensombrecido por resentimientos fascistas en las próximas elecciones del 27 de octubre.

Son 4 los partidos políticos con posibilidades de triunfo que participan en los comicios presidenciales: El Frente Amplio, coalición progresista, antioligárquica y antimperialista de centro-izquierda, formada en 1971 como movimiento unitario a raíz de la derrota insurreccional del MLN-Tupamaros y los partidos de izquierda. Su candidato de 62 años, el ingeniero, Daniel Martínez, ex senador, ex intendente de Montevideo y ex ministro de Industria, es un veterano socialista que inició su trayectoria política con 16 años en 1973, cuando se produjo el golpe de Estado fascista.

El Partido Nacional, organización tradicional fundada en agosto de 1836, está integrado por sectores de centro-derecha, terratenientes y ganaderos. Su candidato es el expresidente de la Cámara de Representantes, Luis Lacalle, 46 años, hijo del expresidente, Luis Alberto Lacalle. Aspirante a la presidencia en las elecciones de 2014, Lacalle fue derrotado por el candidato del Frente Amplio y vuelto a nominar para las elecciones del 2019.

El Partido Colorado, fuerza tradicional surgida en 1836, representa sectores urbanos y neoliberales con apertura a Europa, que agrupa diversos matices ideológicos de centro-derecha con predominio de oportunismo político. Su candidato, el tecnócrata y experto financiero, Ernesto Talvi, 69 años, ex presidente del Banco Central del Uruguay, sin experiencia como servidor público, promete incorporar a su gobierno talentos profesionales y eliminar las diferencias sociales que marginan a los uruguayos. En los comicios internos entre los precandidatos a la presidencia, quedó en primer lugar con 53% de votos.

El Partido Cabildo Abierto, fundado este año, integrado por sectores derechistas vinculado a los militares. Su líder y candidato, Guido Manini, 61 años, general retirado, ex comandante en Jefe del Ejército Nacional hasta hace pocos meses, cumplió misiones oficiales en Irán, Irak y Mozambique en el Grupo de Observadores Militares de la ONU, GOMNU. En 1996 viajó a EU donde recibió instrucción militar y prestó servicios como Agregado Militar en la embajada uruguaya en Washington y asesor del Colegio Interamericano de Defensa (CID). Aunque tenía 15 años cuando la dictadura, por sus declaraciones anticonstitucionales y profascistas reivindicando el papel represivo del Ejército y sus críticas al Poder Judicial por juicios contra los represores, fue pasado a retiro el pasado marzo por el presidente, Tabaré Vásquez.

Según las Naciones Unidas, Uruguay es uno de los países latinoamericanos con “mayor nivel de alfabetización”, “menor índice de corrupción”, “3er país en Desarrollo Humano”, uno de los más “más equitativo en la distribución de ingreso”, “el 4to con esperanza de vida más alta” y “el 3er. con mayor PIB percápita”. La Corporación Latinobarómetro, sitúa Uruguay como “el país más pacífico de América Latina”. Según, Internacional Living, “el mejor país de Latinoamérica para vivir” y entre “los 20 más seguros del mundo”, mientras para The Economist, Uruguay está entre “los primeros 20 del mundo con democracia más plena”.

Tras los 3 gobiernos consecutivos del Frente Amplio, resulta incuestionable la reducción de la pobreza y una próspera economía sostenida. Sin embargo de no resultar vencedor su candidato en la primera vuelta, el reagrupamiento clasista del mayoritario bloque opositor de derecha y el reverdecer fascista que sopla desde Brasil, podría quebrar la hasta hoy firme resistencia del electorado uruguayo a la embestida suramericana de derecha.