LOS ANGELES, EE.UU., 25 de octubre (EFE).- El gobernador de California (EE.UU.), Gavin Newsom, declaró este viernes el estado de emergencia para los condados de Sonoma y Los Ángeles como parte de la lucha contra los incendios que han quemado extensas áreas y mantienen a miles de personas evacuadas en el estado.
Los esfuerzos de las autoridades se dan de punta a punta del California.
En el norte los recursos se enfocan en tratar de controlar el incendio Kincade, que ya ha quemado 8,862 hectáreas) en Sonoma, una zona vinícola que se vio afectada en el 2017 por otra conflagración que mató a 30 personas.
El incendio desatado en la madrugada del jueves apenas ha sido controlado en un 5 % y ha quemado más de 50 estructuras.
Todos los residentes de Geyserville se vieron obligados a evacuar a medida que el fuego avanzaba hacia ellos empujado por ráfagas de viento de más de 112 kilómetros por hora.
La evacuación de casi mil personas se dio en la oscuridad, después que la compañía Pacific Gas & Electric (PG&E) apagara el suministro para evitar que más fuegos se crearan a causa de los cables derrumbados por el viento.
La emergencia se podría extender tras los pronósticos del Servicio Nacional de Meteorología (NWS) especialmente el fin de semana de escasas posibilidades de lluvia y unas ráfagas de viento que podrían llegar hasta 128 km/h en el norte del estado.
La situación no es diferente en el sur del estado. Los Ángeles enfrenta en menos de dos semanas otro incendio grande.
La rapidez con la que se desarrolló el siniestro no ha permitido que los bomberos puedan dar una estimación de cuántas viviendas han sido afectadas.
Reportes de medios locales dan cuenta de varios animales domésticos muertos, ya que el área cuenta con varias granjas.