LA HABANA, Cuba (Por Pelayo Terry Cuervo, especial para Por Esto!).- En medio de un contexto regional complejo, donde las fuerzas de la derecha intentan aferrarse al poder, mientras la izquierda busca alternativas para renacer, Cuba acogerá entre el 1 y el 3 de noviembre, el Encuentro Antiimperialista de Solidaridad, por la Democracia y contra el Neoliberalismo.
Organizado por el Capítulo Cubano de los Movimientos Sociales, coordinado por la Central de Trabajadores de Cuba (CTC) e integrado por otras organizaciones, el evento reunirá a más de mil delegados de movimientos sociales, partidos y figuras políticas, personalidades del mundo intelectual y académico, quienes debatirán acerca de los nuevos desafíos de la izquierda ante la creciente hostilidad del imperialismo.
Frente a la política exterior guerrerista de la Casa Blanca, Cuba vuelve a ser punto de encuentro para quienes defienden la paz, la solidaridad entre los pueblos, la justicia y la democracia.
De acuerdo con organizadores del foro la reunión también deberá convertir sus debates e intercambios en una plataforma de denuncia al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto de manera unilateral por el gobierno de Estados Unidos contra Cuba, país que presentará nuevamente el seis de noviembre ante la Asamblea General de las Naciones Unidas un informe de denuncia de esa política demencial.
El Encuentro Antiimperialista de La Habana discutirá en varias comisiones de trabajo en torno a la solidaridad con Cuba, el libre comercio y las trasnacionales, la guerra cultural, la juventud y la integración de las identidades de la Patria Grande. Como eje central del foro estará presente el pensamiento y la obra política de los Comandantes Fidel Castro y Hugo Chávez.
En todas sus dimensiones, hoy se libra una lucha feroz en la región entre las fuerzas oligárquicas y las fuerzas populares. La gran batalla que tienen ante sí los movimientos progresistas no es tarea fácil: de un lado, el enfrentamiento a la actual contraofensiva reaccionaria; y del otro, la identificación y erradicación constructiva de sus propias limitaciones y errores.
En un escenario en que América Latina vive los efectos de una contraofensiva oligárquica que intenta revivir la agenda neoliberal, la batalla principal es por la conciencia popular. Los pueblos entienden que lo que está verdaderamente en crisis es el pensamiento único y el paradigma hegemónico, pues las políticas neoliberales tienen un carácter destructivo sobre las economías y las sociedades. Sin la unidad, América Latina no tiene futuro, señala la convocatoria al encuentro.