BAGDAD, Irak, 3 de octubre (AP/AFP).- Manifestantes iraquíes desafiaron el jueves el toque de queda en Bagdad y otras ciudades, al tiempo que las fuerzas de seguridad usaban fuego real y gas lacrimógeno en un tercer día de protestas que han dejado 33 muertos, en su mayoría manifestantes.
Las autoridades cancelaron todo el acceso a Internet desde el miércoles por la noche en un intento desesperado de reprimir las concentraciones. Para la tarde del jueves, el toque de queda fue extendido a otras tres provincias en el sur del país.
Las espontáneas protestas han sido convocadas principalmente por jóvenes deseosos por empleos, mejores servicios públicos como la electricidad o el agua, y el fin de la corrupción en esta nación petrolera. La mayoría de los participantes se han manifestado de forma pacífica y muchos de ellos tenían los rostros cubiertos por pañuelos o banderas iraquíes.
Latas de gas lacrimógeno y cartuchos de balas quedaron regados por las calles de Bagdad. Densas columnas de humo negro emanaban de neumáticos incendiados en las calles a medida que los descontentos trataban de bloquear el paso de la policía, que a su vez desplegaba alambres de púas y vehículos blindados.
Trump dice que diálogo con Corea del Norte continuará
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo este jueves que su gobierno sigue comprometido a continuar el diálogo sobre el programa nuclear con Corea del Norte a pesar de la última prueba de misiles de Pyongyang.
“Quieren hablar y nosotros hablaremos con ellos”, dijo Trump a periodistas en la Casa Blanca, en su primera reacción pública al anuncio de Corea del Norte de lo que llamó una “nueva fase” en su arsenal.
“Ya veremos”, agregó Trump cuando se le preguntó si Pyongyang había ido demasiado lejos con esta prueba de misiles.
La prueba exitosa de un “nuevo tipo” de misil balístico anunciada el miércoles por Pyongyang constituye el ensayo más significativo desde que Corea del Norte comenzó a dialogar con Estados Unidos en 2018 sobre armas nucleares.