TOMA, Italia, 3 de octubre (EFE/AP).- El Gobierno y la patronal de Italia temieron hoy que la imposición de aranceles del 25% para los productos alimentarios comunitarios por parte de Estados Unidos a partir del 18 de octubre pueda provocar una recesión en el país e incluso en el conjunto de la Unión Europea (UE).
“Italia y la UE están en peligro de entrar en recesión si los mercados globales se desaceleran aún más”, declaró a la prensa el presidente de la patronal italiana, Vincenzo Boccia.
En la lista provisional de productos sujetos a derechos de importación adicionales del 25 % se encuentran algunos de España, como vinos, licores, aceites, lácteos, quesos, porcino, jamones, pero también de Francia (vino, quesos), Alemania (café, galletas, gofres), Reino Unido (whisky, dulces).
Italia se verá afectada en la producción de quesos y uno de los más penalizados será el parmigiano reggiano, del que EEUU es el segundo mayor importador, después de Francia.
El presidente del consorcio de empresas productoras de este queso, Nicola Bertinelli, ha explicado que Italia vende cada año 10.000 toneladas de parmesano a EEUU a un precio medio de 40 dólares por kilo, pero con los aranceles superará los 45 dólares por kilo.
“¿Qué tenemos que ver con la ayuda considerada ilegal a Airbus?”, se preguntó Bertinelli, al tiempo que lamentó que el negocio, que emplea actualmente a 50,000 personas y es “uno de los motores de la economía italiana”, sufrirá un gran golpe.
La Organización Mundial del Comercio (OMC) falló el miércoles que Washington puede imponer a la UE sanciones comerciales por valor de 7,500 millones de dólares anuales en compensación por las ayudas europeas a la compañía Airbus.
En este sentido, los cuatro países que más se verán afectados serán Francia, Alemania, España y el Reino Unido, los “cuatro países responsables de los subsidios ilegales”, explicó por su parte la Oficina de Comercio Exterior de EE.UU.
Impacto en España
La decisión de Estados Unidos de imponer aranceles a la (UE) afectará también a las exportaciones de España a ese país por valor de 1,000 millones de euros (1,090 millones de dólares), especialmente de productos agroalimentarios, según cuantificaron las autoridades españolas este jueves.
Estados Unidos anunció el miércoles que el 18 de octubre empezará a imponer esos aranceles, después de que la Organización Mundial del Comercio (OMC) decidiera a favor del Gobierno norteamericano en una disputa comercial sobre las ayudas europeas al consorcio aeronáutico Airbus.
La OMC determinó que Washington puede imponer sanciones comerciales por valor de 7,500 millones de dólares (unos 6,900 millones de euros) anuales, pero la Oficina de Comercio Exterior estadounidense explicó que, de momento, serán aranceles del 10% a las aeronaves civiles grandes que la UE vende a EEUU y del 25% a ciertos productos agrícolas.
Entre los productos perjudicados figuran el queso fresco, las aceitunas, el aceite de oliva y productos porcinos de origen español, alemán y británico; así como el vino, según una lista distribuida por la Oficina de Comercio Exterior.
En el caso del vino, Estados Unidos fue en 2018 el cuarto destino de las exportaciones españolas, con 325 millones de euros, de los que el 73,8 % se verán afectados, según calcula de la Federación Española del Vino (FEV). España es el primer productor mundial de aceite de oliva y el tercero de vino.
Contramedidas de la UE
La Unión Europea amenazó el jueves con tomar represalias ante la decisión estadounidense de aplicar aranceles a una gama de productos del bloque que podrían causar pérdidas de empleos en Europa y aumentos de precios en Estados Unidos.
Los aranceles entrarán en vigencia el 18 de octubre y equivalen a un impuesto de 10% sobre aviones y 25% sobre todo demás.
Estados Unidos obtuvo la autorización legal de la Organización Mundial de Comercio (OMC) en un caso de subsidios ilegales de la UE al fabricante de aviones Airbus.
Pero la UE prevé que en un caso similar de subsidios estadounidenses a Boeing la OMC fallará a su favor en los próximos meses. Ha expresado la esperanza de que las partes desistan de aplicar nuevos aranceles, que significan impuestos sobre la importación.
Estados Unidos y la UE aplicaron aranceles recíprocamente el año pasado. Son un dolor de cabeza adicional para los negocios europeos afectados por el “brexit”, ya que Gran Bretaña podría salir del bloque el 31 de octubre sin un acuerdo, lo que significaría nuevos aranceles de la noche a la mañana sobre el enorme flujo comercial a través del Canal de la Mancha.