BANGKOK, Tailandia, 3 de noviembre (EFE).- China acaparó este domingo el protagonismo en la cumbre de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) y sus socios externos en Bangkok ante la ausencia del presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Antes de la reunión bilateral ASEAN-China, el primer ministro chino, Li Keqiang, expresó su deseo de finalizar para el año 2021 un “código de conducta” en el mar de China Meridional, en el que su país mantiene disputas territoriales con otros miembros de la ASEAN y Taiwán.
El “código de conducta” busca evitar confrontaciones violentas en el citado mar, un importante lugar de paso del comercio marítimo rico en recursos naturales donde Pekín ha construido bases militares en aguas disputadas.
En todo caso, Li afirmó que las relaciones con la ASEAN son “más fuertes que nunca” en un momento de “inestabilidad” en el resto del mundo.
Por otro lado, abogó por finalizar este año las negociaciones de la Asociación Económica Integral Regional (RCEP), un megatratado de libre comercio que excluye a Estados Unidos y que aunaría cerca de un tercio del PIB y de la mitad de la población mundiales.
Los países del RCEP se reunirán mañana en Bangkok con la intención de avanzar en las negociaciones de este acuerdo que se espera que se pueda firmar el año que viene.
China es el principal impulsor del RCEP, que también incluye a Australia, Corea del Sur, Japón, India, Nueva Zelanda y los diez miembros de la ASEAN, formada por Birmania (Myanmar), Brunéi, Camboya, Filipinas, Indonesia, Laos, Malasia, Singapur, Tailandia y Vietnam.
La víspera, el ministro de Comercio filipino, Ramón López, dijo que el RCEP contaba con el consenso de todos los países menos uno, que fuentes cercanas a las negociaciones indicaron a Efe que se trataba de India.
Antes de la reunión bilateral ASEAN-India, el primer ministro indio, Narendra Modi, apostó por el aumento de la conectividad y la relación comercial entre su país y la región del Sudeste Asiático, pero no hizo mención al RCEP.
Las autoridades indias esperan que el RCEP estimule la economía india, cuyo crecimiento se ha ralentizado, pero también temen verse desbordados por los productos chinos al tiempo que los agricultores indios se sienten desprotegidos en caso de eliminar aranceles.
El RCEP nació como la respuesta de Pekín al Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP), amparado en un principio por Washington pero del que Trump sacó a su país poco después de ocupar el Despacho Oval en 2017.
La ausencia del presidente estadounidense en la capital tailandesa ha dado el protagonismo de esta reunión a China, representada como es habitual por su primer ministro, que está afianzando la influencia china en la región.
En su lugar, Trump ha enviado una delegación comandada por el Secretario de Comercio, Wilbur Ross, y el Asistente del Presidente en Temas de Seguridad Nacional, Robert O’Brien.
Hasta el momento, no hay programada una reunión bilateral entre los representantes de Washington y Pekín, envueltos en una guerra comercial que ha afectado negativamente a la economía global, aunque ambos coincidirán en el Foro de Asia Oriental, que tendrá lugar el lunes.
El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, que mantuvo una reunión bilateral con la ASEAN, presidida este año por Tailandia, abogó por que Birmania trabaje para la repatriación segura de los refugiados rohinyás en Bangladés.
Los rohinyás son una etnia no reconocida por Naipyidó y que desde agosto de 2017 inició un éxodo masivo a la vecina Bangladés a raíz de una campaña militar calificada por investigadores de la ONU de una “limpieza étnica” con indicios de “genocidio”.
Otros líderes internacionales presentes en Bangkok son el primer ministro australiano, Scott Morrison; el japonés, Shinzo Abe, y el jefe del Gobierno ruso, Dmitri Medvedev.