MADRID, España, 30 de noviembre (EFE).- Las instalaciones en el recinto ferial de Ifema en Madrid están ya listas para que comience, el lunes, la cumbre mundial del clima o COP25, donde los gobiernos intentarán lanzar una nueva era de acción frente a la crisis climática.
España traspasó simbólicamente este sábado a la ONU y la Presidencia chilena las instalaciones del recinto donde se celebrará la conferencia entre el 2 y el 13 de diciembre.
El presidente del Gobierno español, el socialista Pedro Sánchez, y la ministra española para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, visitaron hoy las instalaciones, que cuentan con siete pabellones para albergar delegaciones de casi 200 países y más de medio centenar de jefes de Estado y Gobierno y responsables de organismos multilaterales.
Junto a ellos recorrieron el recinto la ministra chilena de Medio Ambiente, Carolina Schmidt, y la secretaria Ejecutiva de la ONU sobre Cambio Climático, la mexicana Patricia Espinosa.
Ambas agradecieron el esfuerzo del Gobierno español y su solidaridad por organizar en apenas tres semanas una cumbre de este alto nivel, que iba a celebrarse en Chile, pero que tuvo que ser trasladada a Madrid por la situación social que vive el país sudamericano.
Compromisos más ambiciosos
En declaraciones a los medios, Schmidt llamó a los participantes en la cumbre a adquirir “nuevos compromisos más ambiciosos” en el marco del Acuerdo de París que involucren a nuevos actores.
Destacó la relevancia de esta cumbre en Madrid, como último paso antes de poner en marcha el Acuerdo de París en 2020, que exige a los países presentar compromisos más ambiciosos de reducción de emisiones contaminantes.
La ciencia ha demostrado que los compromisos adoptados por los países frente a la crisis climática “no son suficientes” para limitar a 1,5 grados el calentamiento global y evitar daños ambientales dramáticos, dijo la ministra.
Por su parte, la responsable de la ONU para Cambio Climático destacó las grandes transformaciones que exigirá el nuevo modelo de crecimiento sostenible para el mundo entero.
“No se hará de la noche al día, pero exigirá tomar decisiones hoy para que impacten mañana”, apuntó
La transformación será global: “tenemos que cambiar todo, la manera en la que producimos, nuestro transporte, la manera en la que comemos”, añadió.
Seis mil profesionales y 2,000 voluntarios han trabajado a contrarreloj durante las últimas tres semanas para que todo esté listo el lunes.
Las instalaciones de la cumbre, cuyo coste asciende a unos 50 millones de euros, contará con una zona “azul” administrada por Naciones Unidas, destinada a los eventos y negociaciones formales, y una zona “verde” que se reservará a la participación de la sociedad civil.
Fuera del recinto de Ifema, habrá asimismo actividades para la ciudadanía.
Delegación de bajo rango
El Gobierno de EE.UU. anunció este sábado su delegación para la Cumbre del Clima que arranca el lunes en Madrid, un equipo de bajo rango que promete contrastar con la presencia en la cita de la presidenta de la Cámara Baja estadounidense, la demócrata Nancy Pelosi, y otros catorce legisladores del país.
La embajadora Marcia Bernicat, subsecretaria adjunta de Estado para Océanos y Asuntos Científicos y Medioambientales Internacionales, encabezará una delegación que incluye funcionarios de las agencias encargadas de medioambiente, agricultura, finanzas y desarrollo, informó el Departamento de Estado en un comunicado.
La delegación es de un nivel similar a la que Washington envió el año pasado a la Cumbre del Clima en Katowice (Polonia), algo que se explica por la pérdida de interés de Estados Unidos en la lucha contra la crisis climática bajo el mandato del presidente Donald Trump, que ha iniciado el proceso para retirar a su país del Acuerdo de París.
El Departamento de Estado subrayó que, a pesar de que ha comenzado un proceso para retirarse del Acuerdo de París que se completará el 4 de noviembre de 2020, seguirá participando en las negociaciones sobre el clima “para asegurar que hay una igualdad de condiciones que proteja los intereses de EE.UU.”.
“Estados Unidos seguirá investigando, innovando y potenciando su economía mientras reduce sus emisiones y ofrece ayuda a amigos y socios en todo el mundo”, agregó el Departamento de Estado.