Internacional

Duelo y búsqueda de verdad

CIUDAD DE PANAMA, 20 de diciembre (EFE/AFP).- Panamá conmemoró este viernes, por primera vez como Día de Duelo Nacional, los 30 años de la invasión de Estados Unidos, inmersa en la búsqueda de la “verdad” de lo que ocurrió aquel día, y con protestas y llamados a sanar heridas y seguir adelante.

El 20 de diciembre de 1989 EE.UU. ejecutó la operación “Causa Justa” con 26.000 soldados y armamento de última generación para capturar en Panamá al dictador Manuel Antonio Noriega, que acusado de narcotráfico se entregó el 3 de enero de 1990, y desmantelar las Fuerzas de Defensa panameñas.

Documentos estadounidense desclasificados y publicados por primera vez esta semana mantienen que los muertos no superaron los 516, de ellos 314 militares, la gran mayoría panameños, pero en Panamá se habla de miles de muertos civiles y violación de derechos humanos.

Es hora de sanar heridas

Por primera vez Panamá conmemoró el aniversario de la invasión como Día de Duelo Nacional. Lo decretó esta misma semana el presidente Laurentino Cortizo “para recordar estas muertes de panameños y como sociedad guardar con respeto el luto que corresponde”.

“Esto nos permitirá ir cerrando esa herida, mirar hacia adelante, junto todos sin posiciones partidistas, ideológicas o sociales”, dijo este viernes Cortizo, que reconoció que “solo con la verdad se podrá pasar por el proceso de luto”.

Por ello, en un acto oficial en el capitalino Jardín de Paz, expresó su total apoyo a la Comisión 20 de diciembre, operativa desde 2016, para que continúe el trabajo de identificar, ubicar y precisar el número real de los fallecidos durante la invasión.

“Hace 30 años se dieron condiciones que nosotros no queremos que se vuelvan a dar: ni el antes, ni durante ni después (de la invasión), así que lo que nosotros tenemos que buscar es la verdad, que la familia de muchos desaparecidos sepan dónde están sus muertos y desaparecidos”, afirmó Cortizo.

Las víctimas

El presidente de la Comisión 20 de diciembre, Juan Planells, confirmó este viernes a Efe que el organismo ha “completado la validación de 252 víctimas, la mayor parte de ellas civiles” que murieron durante una “invasión injusta” y desmedida en violencia, pero que falta aún mucho por descubrir.

Las fuerzas invasoras “no siguieron protocolos en los retenes” lo que costó la vida de “panameños y panameñas que no estaban en el conflicto, muchos incluso estaban celebrando la caída de la dictadura”.

“De modo que no es justo pretender pensar que hubo selectividad en el ataque de la invasión, cayeron panameños de todas las clases sociales y eso hace más grave la tragedia”, añadió.

“Ni olvido ni perdón”

Grupos obreros liderados por el poderoso sindicato de la construcción SUNTRACS marcharon hasta la embajada de EE.UU. con consignas como “a 30 años de la invasión, ni olvido ni perdón”, y arrastrando la bandera estadounidense.

Ya frente a la entrada de la legación los manifestantes quemaron un muñeco del presidente Donald Trump y otro que representaba a EE.UU. y pisando la bandera de ese país gritaban “fuera el asesino, que el 20 de diciembre a está tierra vino”.

“No había justificación para masacrar un pueblo, tal como lo hizo la primera potencia bélica del mundo”, dijo a Efe Yamir Córdoba, secretario de finanzas de SUNTRACS.