HOUSTON, Texas, 20 de diciembre (AP/EFE).- Nancy Pelosi prometió que como presidenta de la Cámara de Representantes haría “sentir el poder del cargo”.
Y este año lo hizo.
Tan solo en la última semana sacó adelante un proyecto de presupuesto de 1,400 billones de dólares y un tratado comercial con México y Canadá que recibió apoyo de los dos partidos. También logró la aprobación de un proyecto demócrata para bajar los precios de las medicinas. En medio de todo esto, encabezó la delegación legislativa que fue a Europa con motivo del 75° aniversario de la Batalla de las Ardenas.
Y el miércoles, dispuso el juicio político del presidente.
Al concluir el primer año de la segunda ronda de Pelosi como presidenta de la cámara baja, Pelosi analizó su gestión para ver si había cumplido sus promesas de campaña.
“Donald Trump cree que lo hice”, declaró Pelosi a la Associated Press durante una entrevista el jueves en su oficina del Capitolio.
“Debe ir a un juicio político. Es una mancha que quedará para siempre. No importa lo que haga el Senado. Violó nuestra constitución”, manifestó.
“Pudo ver el poder del martillo” que blande como presidenta de la cámara, señaló Pelosi. “No fui yo, fueron todos nuestros miembros que tomaron su propia decisión”.
No es común ver un presidente de la cámara con tanto poder.
“Ha gobernado con fuerza y autoridad”, dijo Julian Zelizer, profesor de historia y políticas públicas de Princeton.
Zelizer sostuvo que Pelosi logró cosas que otros no pudieron hacer con Trump: Construir una coalición lo suficientemente fuerte como para pedirle rendición de cuentas al mandatario, a través de un juicio político, al tiempo que impulsaba proyectos grandes. Esto se suma a lo que ya hizo la primera vez que presidió la cámara.
“Probablemente pase a la historia como una de las presidentas (de la Cámara de Representantes) más efectivas”, indicó Zelizer.
Al finalizar el año, los legisladores tratan de apuntarse puntos con miras a su reelección.
El expresidente de la cámara baja Paul Ryan sacó adelante un fuerte recorte de impuestos en diciembre del 2017 y John Boehner trató denodadamente de hacer aprobar propuestas de reducir impuestos y gastos en el 2012. Lo consiguió en el Año Nuevo.
En su primer mandato como presidenta de la cámara, del 2007 al 2011, Pelosi sacó adelante la iniciativa más importante del gobierno de Barack Obama, su plan médico, en la Navidad del 2009, aunque para entonces el proyecto se barajaba en el Senado.
Recuperó el martillo en enero de este año, tras fuertes disputas internas entre los demócratas, que culminaron con una resonante victoria en las elecciones de mitad de término y la mayoría en le cámara baja.
Sin falsas modestias, se describe a sí misma com una maestra en el arte de legislar, producto de la experiencia. En la primera parte de la presidencia de Obama, en que los demócratas tenían mayoría en ambas cámaras, ayudó a aprobar el plan de salud, una reforma financiera y otros proyectos importantes, en lo que los historiadores describen como la sesión legislativa más productiva desde los tiempos de Lyndon Johnson.
Sus detractores dicen que Pelosi forzó la aprobación de algunas iniciativas y que eso dio lugar a una derrota en las elecciones de mitad de término que le costaron a su partido la mayoría.
Trump dice que, al someterlo a un juicio político, los demócratas emprendieron una “marcha suicida”.
El líder republicano del Senado Mitch McConnell dice que la cámara de Representantes de Pelosi no está consiguiendo nada porque pierde mucho tiempo con el impeachment.
Pelosi, por su parte, responde que el Senado es un cementerio donde yacen proyectos apoyados por la cámara baja que él se niega a someter a una votación.
“O los aprueban o pagarán un precio muy alto en las elecciones” del año que viene, pronosticó Pelosi.
Pelosi invitó este viernes a Trump, mediante una carta, a que ofrezca el discurso anual sobre el Estado de la Unión el próximo 4 de febrero; fecha que fue aceptada por el mandatario poco después.