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'Guerra de las galaxias”

Alfredo García

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El pasado viernes, durante la ceremonia de firma del nuevo presupuesto de Defensa de Estados Unidos, que alcanzó la cifra récord de 738 mil millones de dólares, el presidente Donald Trump anunció desde una base militar cercana a Washington la creación de la Fuerza Espacial de Estados Unidos, que se concentrará en la guerra en el espacio.

El documento de fundación de la Fuerza Espacial, designa el espacio como un dominio de “conflictos militares” y lo convierte en la sexta rama de las Fuerzas Armadas de EE.UU.

“Hoy marcamos un hito histórico, al inaugurar oficialmente una nueva rama de nuestras Fuerzas Armadas. Es un momento muy grande e importante. Se llama “Fuerza Espacial” (…) “En medio de las graves amenazas a nuestra seguridad nacional, la superioridad estadounidense en el espacio es absolutamente vital” (…) “La Fuerza Espacial nos ayudará a disuadir la agresión y controlar la posición de ventaja más alta”, declaró Trump.

La Fuerza Espacial está basada en el trabajo del Comando Espacial de EE.UU., SpaceCom, creado el pasado agosto para manejar las operaciones militares de EE.UU. en el espacio y estará al mando del general de la Fuerza Aérea John Raymond. En su primer año tendrá un presupuesto de 40 millones de dólares y una plantilla de 200 personas.

El anuncio recordó uno de los períodos de mayor riesgo de la humanidad, cuando el 23 de marzo de 1983 en medio de creciente tensión en la “guerra fría”, el entonces presidente Ronald Reagan anunció la creación de la Iniciativa de Defensa Estratégica, (SDI, por sus siglas en inglés), consistente en un escudo defensivo espacial ante un hipotético ataque soviético con armas balísticas estratégicas.

Años más tarde se confirmó que la nueva política de disuasión nuclear, conocida irónicamente como “Guerra de las galaxias”, fue una fanfarronada sicológica sin fundamento, para obligar a la URSS a una costosa carrera armamentista en medio de una crisis política y económica que culminaría con el desplome del sistema socialista.

El nuevo presupuesto militar de EE.UU. firmado por Trump, incluye sanciones contra Turquía y Siria, prohíbe la cooperación militar con Rusia, aumenta con 734.3 millones de dólares los fondos para la Iniciativa de Defensa Europea, incluye 71 mil millones de dólares para “guerras en curso” en el exterior, renueva la asistencia militar para Ucrania por 300 millones de dólares, adopta medidas para contrarrestar la influencia de Rusia en Europa del Este y África, prevé pruebas en los sistemas de defensa antimisiles, apoya el desarrollo de armamentos hipersónicos para mediados del 2020, requiere la elaboración de informes sobre amenazas que puedan provenir de China y proclama el apoyo inequívoco del Congreso a las protestas en Hong Kong. El presupuesto extiende el Nuevo Tratado de Reducción de Armas Estratégicas, START III, desde su fecha de finalización en febrero de 2021 hasta febrero de 2026, tema en disputa con Moscú, y exige que el presidente determine e informe al Congreso si Rusia viola el tratado.

En recientes declaraciones el presidente ruso, Vladimir Putin, señaló que la expansión de EE.UU. en el espacio, representaba una amenaza a los intereses rusos y requería una respuesta de Moscú.

“El liderazgo político-militar de EE.UU., abiertamente considera el espacio como un escenario militar y planea realizar operativos allí”, advirtió Putin.

Por su parte, el vocero de la Cancillería China, Geng Shuang, declaró: “Nos hemos fijado en las respectivas noticias que son una prueba de que aumenta el riesgo del emplazamiento de armas en el espacio que podría convertirse en un nuevo teatro de operaciones de combate, lo que nos preocupa profundamente”.

En esta ocasión está por ver si la resucitada “Guerra de las galaxias”, es una nueva fanfarria sicológica o un estratégico salto armamentista de la ultraderecha republicana, para buscar ventaja militar sobre Rusia y China.