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Internacional

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Gustavo Robreño

Las maniobras navales conjuntas efectuadas por vez primera en el Golfo de Omán, a las puertas del estratégico Estrecho de Ormuz, por parte de las fuerzas de Rusia, China e Irán representan, sin duda, que los entendimientos y acuerdos múltiples entre esas tres potencias se han desplazado también a la esfera de la defensa y que hay una decidida voluntad política de que así sea.

Tales ejercicios conjuntos en estos momentos representan un sólido mensaje que no puede ignorarse, en particular por los adversarios comunes de esos países que en los últimos tiempos han sido víctimas simultáneas de las amenazas, agresiones y sanciones de todo tipo ejecutadas por el gobierno imperialista de Estados Unidos (Administración Trump).

Ante una política fundamentalista, aventurera e irresponsable como la que se lleva a cabo actualmente desde la Casa Blanca de Washington, no se necesita mucha sagacidad para comprender que Rusia, China e Irán, blancos preferentes de muchas de esas medidas punitivas, cierren filas y estrechen voluntades que las coloquen en el plano adecuado para poder rechazar con éxito los propósitos imperialistas, que son cada vez más ostensibles y peligrosos en todos los ámbitos.

Bajo consigna de “América first” y la obsesión reeleccionista de Donald Trump, los próximos meses pueden estar rodeados de tensión e incertidumbre en el panorama internacional, donde seguramente se verán reflejados los vaivenes de la política interna dentro de Estados Unidos y la lucha entre las diferentes fuerzas del campo imperialista, incluido el sonado proceso de juicio político congresional contra el arrogante e imprevisible mandatario.

Para prever cuanto sea posible y evitar así cualquier sorpresa estratégica Rusia, China e Irán se preparan convenientemente mientras en el plano político mantienen firmeza, habilidad y cooperación entre ellas, como forma de sostener “el equilibrio del mundo” y favorecer la paz, la seguridad, la soberanía, la autodeterminación, el comercio libre y justo, el multilateralismo y el derecho internacional.

Si se observa detenidamente se comprobará que todos han sido principios hecho trizas, violados y desbaratados por la actual Administración yanqui, lo cual redobla la importancia del mensaje ruso-chino-iraní.

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