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Lo primero fueron las vidas

Por Marina MenéndezEspecial para Por Esto!

LA HABANA.— La entrega por la Universidad de La Habana de una residencia estudiantil para convertirla en 70 apartamentos para los damnificados por el tornado que azotó a la capital de Cuba hace diez días, constituye una muestra de la celeridad con que se buscan soluciones y, también, de la solidaridad de parte de las instituciones y de las personas.

Como ese inmueble, ubicado en la costeña localidad de Alamar, en el municipio La Habana del Este, existen otros edificios donados por ministerios en los cuales trabajan siete brigadas para su adecuación, al tiempo que prosigue la venta de materiales de la construcción, si es necesario, subsidiada para que las personas restauren sus viviendas, labor que es asumida por trabajadores del Estado cuando los afectados no pueden acometerla.

René Mesa Villafañe, ministro de la Construcción, recordó en programa especial televisivo este miércoles que se trabajó sin cesar en las primeras horas en la recogida de escombros y luego, en la demolición. Luego ha habido que valorar los daños y emprender acciones.

Cinco mil 334 de las viviendas afectadas ya se visitaron para valorar las pérdidas y 4,812 ya tienen dictamen técnico. Aunque la labor es ardua, pues hubo 505 derrumbes totales, 289 casos ya están resueltos y más de 900 familias afectadas ya tienen materiales.

Entre lo situado en las zonas afectadas, con rebaja en su venta del 50 por ciento, se hallan 370 toneladas de acero y 1,200 toneladas de cemento. Más de 1,400 techos metálicos ya se empiezan a distribuir y más de 2,300 tanques para el agua. Se dispone también, entre otros materiales, de módulos para puertas de 2,013 viviendas y más de 2,000 módulos de ventanas.

El espacio televisivo Mesa Redonda Informativa actualizó sobre la marcha de la recuperación con la participación del Presidente Miguel Díaz-Canel, quien ha estado a la cabeza del chequeo de los trabajos y sobre el terreno, visitando los sitios azotados, así como de los vicepresidentes, ministros y otros funcionarios que cada día intercambian, chequean y dan cuenta de lo que se hace.

Lo fundamental fue la respuesta inmediata de las autoridades y la marea de cooperación en el enfrentamiento al evento meteorológico, valoró Díaz-Canel al inicio del programa, cuando fue interrogado acerca de la estrategia seguida tras el tornado.

Haber definido entre todos lo que había que hacer y organizar la estrategia nos dio la posibilidad de avanzar rápidamente, apuntó.

Acudieron bomberos, rescatistas, fuerzas del Ministerio del Interior, personal de salud pública y el pueblo, que estuvo desde el primer momento ayudando, comentó el Jefe de Estado y de Gobierno cubano, recordó, antes de definir las líneas principales seguidas.

Actuamos con la enseñanza que hemos recibido de Fidel y Raúl, dijo el Presidente, quien describió que la línea de acción ha sido salvar vidas y evitar nuevas pérdidas, recuperar servicios básicos, recoger los escombros, atender a los damnificados, y planificar y organizar la recuperación bajo cuatro premisas: organización, prioridad a los más vulnerables, sensibilidad y eficacia en la tramitación e información al pueblo. Y levantar obras más hermosas donde el tornado dejó destrucción.

Oficinas de trámite se han abierto en los lugares afectados para agilizar el diagnóstico exacto de los daños y la adquisición por las familias de los materiales de construcción.

El Banco entregará créditos con sólo 2.5 por ciento de intereses pagaderos por 15 años y habrá subsidios para quienes lo necesiten.

Ingente ha sido la labor de los compañeros de la Unión Eléctrica, donde se movilizaron 1,250 de ellos que trabajaron en cinco grupos todos los días.

El jueves 31 de enero ya estaba devuelto el servicio al 97 por ciento de las zonas afectadas, el viernes al 99 por ciento, y se concluyó el restablecimiento total el sábado pasado.

En los días recientes, el Presidente Díaz-Canel ha exhortado a aprehender experiencias de este evento meteorológico, muy raro en un país como Cuba, pero cuyas enseñanzas son aplicables a otros fenómenos de esta naturaleza como los ciclones que a menudo nos azotan, y para los cuales la isla está preparada, mediante la Defensa Civil.

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