PARÍS, Francia, 9 de marzo (AP).- Miles de manifestantes del movimiento chalecos amarillos marcharon por decimoséptimo fin de semana consecutivo en París y otras ciudades, con momentos de tensión en la capital francesa, pero sin indicios de los choques graves o violentos como los que caracterizaron algunas manifestaciones anteriores.
La policía disparó gas lacrimógeno y cañones hidrantes al final de la manifestación de París. Algunos de los presentes con la cara pintada de negro y banderas negras, se negaban a abandonar Campos Elíseos, la principal avenida de la capital, donde se había iniciado una marcha pacífica horas antes.
Algunos cantaban desafiantes ante las filas de los policías antimotines, pero no hubo disturbios como los que se vieron durante el apogeo de protestas pasadas, cuando los manifestantes quemaron autos, lanzaron piedras _incluso bicicletas_ a los policías y destrozaron escaparates.
El ministerio del Interior informó que unos 7.000 manifestantes marcharon en París _por encima de los 5.600 de la semana anterior_, informó BFMTV. No se dispuso inmediatamente de ninguna cifra para contar a los manifestantes en otras ciudades de Francia. En general, las cifras han ido disminuyendo constantemente en tiempos recientes.
La marcha en París, que partió del Arco de Triunfo hacia los Jardines de Luxemburgo, donde se encuentra el Senado, comenzó con un tono festivo, encabezada por un grupo de mujeres que exigían igualdad de derechos. El viernes se celebró el Día Internacional de la Mujer.
Las marchas también se organizaron en numerosas ciudades de Francia, incluyendo Burdeos _donde hay una fuerte presencia de manifestantes de chalecos amarillos_, Lille y Le Puy-en-Velay, donde cientos de personas se unieron de otras regiones. Muchos comerciantes de allí cerraron sus negocios en forma anticipada. Los manifestantes quemaron la prefectura regional de la ciudad en protestas especialmente violentas el 1 de diciembre. El presidente Emmanuel Macron visitó posteriormente Le Puy-en-Velay.