CALI, Colombia, 19 de marzo (AFP).- Un policía murió y varios uniformados y manifestantes quedaron heridos en choques que recrudecieron este martes una protesta indígena en Colombia, que obligó a Bogotá a pedir el apoyo a Ecuador para enfrentar el desabastecimiento de combustible en zonas fronterizas.
“Rechazamos el asesinato durante la Minga Indígena por parte de encapuchados del patrullero Boris Alexander Benites” en la Carretera Panamericana, escribió el ministro de Defensa, Guillermo Botero, en Twitter.
Benites, de 33 años, falleció de un disparo cuando un grupo de efectivos antidisturbios fue atacado “con armas de fuego de largo alcance” en los bloqueos de la vía, que ya suman una semana, indicó la policía en un comunicado. Además cuatro policías y tres militares quedaron lesionados durante los enfrentamientos, ocurridos en el municipio de Santander Quilichao, en el departamento del Cauca (suroeste), aseguró Botero.
La policía afirmó que los miembros de la fuerza pública fueron atacados por encapuchados con “uniformes camuflados, brazaletes y armas de fuego de largo alcance”, que les lanzaron “artefactos explosivos improvisados”.
“Protesta social no puede convertirse en vandalismo. Las vías de hecho no son aceptables”, agregó Botero, quien ha denunciado que grupos armados ilegales se han colado en la protesta para atacar a la fuerza pública.
Los indígenas, por su parte, denunciaron una arremetida “violenta” este martes por parte de la fuerza pública.
“Hay varios ‘mingueros’ (manifestantes) heridos con arma de fuego”, denunció la Organización Nacional Indígena de Colombia, que reúne a los aborígenes.
Comunidades nativas del suroeste colombiano impiden con piedras y troncos el paso vehicular por algunos tramos de la Carretera Panamericana, para exigir el cumplimiento de acuerdos con el Estado que van desde la adjudicación de tierras hasta el fin de la violencia contra sus líderes.