Investigadores de la Escuela de Medicina Tropical de Liverpool (Reino Unido) encontraron una alteración genética en una especie de mosquito transmisor de malaria que confiere resistencia al insecticida más usado. El estudio, que combina la secuenciación genética con estudios de campo sobre la alimentación de mosquitos, subraya la necesidad de desarrollar nuevos insecticidas para mosquiteras o toldillos, una piedra angular de los esfuerzos de control de la malaria.