WASHINGTON, EE.UU., 25 de marzo (AFP).- El presidente estadounidense, Donald Trump, volvió este lunes al Despacho Oval con un peso menos, pues aunque mantiene varios frentes judiciales abiertos, se ha disipado la amenaza del informe del fiscal especial Robert Mueller y ahora puede enfocarse en impulsar su reelección en 2020.
Trump, que volvió a Washington el domingo tras pasar el fin de semana en Florida jugando golf, no habló por la mañana y se guardó como si quisiera saborear mejor su victoria.
Se limitó a dar un retuit a su mensaje de la víspera, cuando se conocieron las conclusiones del esperado informe: “No (hubo) colusión, ni obstrucción, EXONERACIÓN total”.
Recién pasado el medio día, habló del tema desde el Despacho Oval en la rueda de prensa con su “amigo” Benjamin Netanyahu, el primer ministro de Israel, para decir que Mueller actuó de forma honorable.
Trump dijo también que está a favor de la publicación de la integridad del informe. “No me molestaría para nada”, dijo, para seguidamente calificar la investigación en sí como una “narrativa falsa, una cosa terrible”.
“No podemos dejar que esto le vuelva a pasar a un presidente”, afirmó, asegurando que “pocas personas podrían haberlo manejado”.