Ciudad de México, 13 de abril (SinEmbargo).– La fundación Changing Markets informó que los productos lácteos para bebés, comercializados por compañías como Nestlé , no tienen base científica para respaldar los beneficios que dicen promover. En el estudio titulado “Sacando el Jugo” , Changing Markets –fundación internacional que realiza investigaciones enfocadas a soluciones de sostenibilidad y responsabilidad de compañías trasnacionales– alerta que los productos de esa empresa carecen de respaldo científico para promover los beneficios con los que se comercializan.
“Este informe representa la primera investigación de los cuatro mayores fabricantes (Nestlé, Danone, Mead Johnson Nutrition 1 y Abbott) de fórmulas de leche de vaca para lactantes de menos de un año, y las diferencias de precios entre ellas en 14 mercados a nivel global. El estudio concluye que las diferencias cada vez mayores entre los productos no están basadas en la ciencia, sino en investigaciones exhaustivas sobre las preferencias de los consumidores, guiándose por un deseo de aumentar la cuota de mercado y los beneficios de los fabricantes”, indica el documento.
En dicho estudio, la fundación analizó productos lácteos que la trasnacional Nestlé comercializa, mismos que, afirma, no han cumplido con compromisos que la misma compañía adquirió, como es “eliminar los compuestos de sacarosa de sus productos para bebés menores de 12 meses”.
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La investigación de Changing Markets fue publicada en asociación con SumOfUs, una agrupación orientada a que las grandes compañías brinden información sobre los compuestos de los productos que colocan en el mercado.
“Sacando el Jugo” expone que Nestlé aún continúa equiparando sus productos para lactantes con la leche materna, a pesar de la ausencia de base científica.
La investigación también hace referencia al costo diferenciado que alcanzan en diferentes mercados globales los productos para bebés de Nestlé, “el mercado de leches de fórmula es extremadamente rentable, en la actualidad representa 47 mil millones de dólares estadounidenses al año, y está previsto que aumente en un 50 por ciento para el año 2020. La leche de fórmula es el producto alimentario envasado de mayor crecimiento. La mayor parte de este crecimiento es en Asia, y se prevé que la China continental, Hong Kong, Indonesia y Vietnam sean los principales mercados en términos tanto de ventas totales como de crecimiento estimado”, indica el documento.
La organización alerta que las leches para lactantes tiene una composición cuya regulación obedece a múltiples niveles. Internacionalmente, la más socorrida por estas compañías es de los años 80, el Codex Alimentarius, y en ella se definen “los requisitos mínimos para niveles de macronutrientes (hidratos de carbono, proteínas, etc.) y micronutrientes (minerales, vitaminas, etc.) en leches de fórmula para lactantes y de continuación”.
Sin embargo, a pesar de dicha regulación, la supervisión de la composición nutricional de los productos lácteos para bebés es escasa, y con ello el “cumplimiento de las normas regulatorias en las leches para lactantes que se venden en todo el mundo. Aunque las leches para lactantes se perciben como un producto altamente controlado, las autoridades dependen en gran medida de la autorregulación del sector”.
“Sacando el jugo” concluye que el “informe deja al descubierto la falta de base científica bajo los productos de SLM que los fabricantes venden en los diferentes mercados. Los fabricantes lanzan constantemente nuevas leches de fórmula al mercado con varias reivindicaciones distintas”.
¿QUÉ PASA EN MÉXICO?
En 2016, Sin Embargo informó que organizaciones en defensa de la salud alimentaria y de los derechos del consumidor denunciaron que la Secretaría de Salud (SSA) favorece los intereses de Nestlé: le permite hacer investigaciones, financiar la Fundación Mexicana para la Salud y no le regula la promoción de sus productos que buscan desincentivar la lactancia en el país y promover la adquisición de sus productos como las fórmulas lácteas, e incluso acercarlos a la población más vulnerable a través del programa “Sin Hambre”.
La empresa lleva a cabo esta semana el “Cuarto Congreso Nestlé. Nutrición para ella, bienestar para su bebé”, al que acuden profesionales de la salud, tanto del sector privado como del público, con la finalidad de recibir capacitación. No obstante, Julieta Ponce Sánchez, especialista en temas de lactancia materna, aseguró que éste se realiza con el propósito de que los médicos mal informen a las madres sobre la alimentación que proporcionarán a sus hijos.
“Es un evento más del papel que está jugando esta empresa que es la principal financiadora de la Fundación Mexicana para la Salud (Funsalud), donde laboró Mercedes Juan López, ex Secretaria de Salud, antes de tomar la titularidad de la SSA y desde donde se dicta parte importante de las políticas públicas en salud”, denunció también Alejandro Calvillo Unna, director de la organización El Poder del Consumidor.
En el mismo sentido, Ponce Sánchez plante que la “Funsalud se mantiene de los fondos Nestlé, es el ala ‘académica’ de la industria aplaudida por la Secretaría de Salud”.
“Nestlé no tendría porqué hacer esto. Deben ser las universidades, investigadores, las instituciones las encargadas de realizar este tipo de eventos. ¿En qué momento las industrias tienen que estar formando a los profesionales? No tiene nada que hacer Nestlé dando talleres de nada, menos que tengan que ver con salud y nutrición”, destacó la especialista.
Además, denunció, la empresa “disfraza” su discurso con profesionales de la salud y se muestra comprometida con ésta “porque utiliza a voceros que a veces se basan en ciencia chatarra”.
“En México, muchos de los artículos donde se están informando los nutriólogos y médicos están hechos por las mismas industrias. Nos parece muy grave porque si tienes un producto chatarra y lo anuncias como chatarra, entonces la gente ya decide si se lo come o no. Pero si tú haces un producto dañino que está anunciado por médicos y además te disfrazas con una bata blanca, nos parece que esto es una confusión para el consumidor mexicano”, agregó.
También expuso que la relación entre Nestlé y la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) para participar en la Cruzada contra el Hambre supone “un coqueteo político entre la empresa y el Gobierno”.