Al Jazeera.- Funcionarios turcos han negado los informes de que dos ciudadanos de su nación, que fueron capturados por fuerzas leales al comandante militar renegado Khalifa Haftar, en Libia, fueran espías.
Los trabajadores de restaurantes Mehmet Demir y Volkan Altinok fueron arrestados por las fuerzas del este de Haftar en el distrito de Qasr bin Gashir, en el sur de Trípoli, el 12 de abril. Desde entonces, han sido enviados a la prisión de Granada en al-Bayda, una ciudad ubicada a unos 200 km al este de Benghazi.
Los hombres fueron arrestados pocos días después de que Haftar lanzara una ofensiva para tomar el control de Trípoli, que alberga al Gobierno de Acuerdo Nacional (GNA) reconocido por la ONU. Sinem Koseoglu, de Al Jazeera, informó desde Estambul y dijo que las fuentes de seguridad han negado cualquier vínculo con los dos ciudadanos turcos.
"[Las fuentes de seguridad] dicen que estas afirmaciones son infundadas, pero debemos considerar que Khalifa Haftar ha estado en el mismo eje que Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos recientemente", dijo Koseoglu.
"Las relaciones de Turquía con estos dos países han sido tensas ... Turquía también capturó a dos ciudadanos árabes a principios de este mes y confesaron haber espiado en nombre de los Emiratos Árabes Unidos". Anas El Gomati, director del Instituto Sadeq con sede en Trípoli, dijo que Haftar ha arrestado a ciudadanos extranjeros bajo sospecha de espionaje en el pasado.
"En las primeras 72 horas de las operaciones de Khalifa Haftar en 2014, deberíamos recordar que detuvo a todos los trabajadores turcos y trabajadores migratorios que trabajan en el este del país y los calificó de espías".
"Es muy difícil ver a través de la maleza a veces con la máquina de propaganda de Khalifa Haftar. Tiende a intentar encontrar algo que se agregue a las afirmaciones no demostradas que ha estado haciendo durante los últimos cuatro o cinco años".
El presidente turco, Recep Tayyip, Recep Erdogan, denunció la ofensiva de Haftar en Trípoli en una llamada telefónica con el primer ministro Fayez al-Sarraj del gobierno de Libia, reconocido por la ONU, y dijo que el ataque fue una conspiración contra el país y su gente.