EE.UU. cifra en 60,000 niños inmigrantes bajo su custodia
SAN SALVADOR, El Salvador/WASHINGTON, EE.UU., 11 de junio (AP/EFE).- La violencia generalizada de las pandillas, el Crimen Organizado y la falta de protección para las víctimas son las principales causas del desplazamiento forzado en Honduras, Guatemala y El Salvador, según un estudio del Observatorio del Sistema de Monitoreo de Desplazamiento del Triángulo Norte de Centroamérica (TNCA).
“Los tres países tienen una de las tasas más altas de violencia globalmente acercándose a los niveles de violencia vistos en zonas de guerra, sin embargo, los Estados de la región se muestran incapaces de crear mecanismos institucionales para garantizar el cumplimiento de los derechos humanos y seguridad básica de la población”, afirma el informe presentado el martes en El Salvador.
El documento resalta que hay grupos de personas que han estado en un constante abandono, por lo que vulnerabilidad es mayor. Entre ellos destacan las poblaciones indígenas en Guatemala y Honduras.
“Viven en los territorios donde hay una gran cantidad de bienes naturales que son apetecidos por las empresas, y lo segundo es que persiste lo imaginario de que las comunidades indígenas no son sujetos de derechos”.
También se señala que las familias pobres son las más afectadas y que las mujeres podrían ser más vulnerables que otros miembros familiares porque enfrentan más responsabilidades.
“Prevalecen las pandillas, estructuras del crimen organizado como las instancias detonadoras causantes del desplazamiento forzado por violencia generalizada”, afirmó Celia Medrano, de Cristosal, una organización regional de derechos humanos que trabaja en favor de los desplazados y que forma parte del Observatorio del Sistema de Monitoreo.
El 43,5% de las personas con necesidad de desplazarse se encontraban entre los 18 y los 50 años, sin embargo, 38,8% fueron niños, niñas y adolescentes entre 5 y 7 años.
Alarmante cifra
Al menos 60,000 niños han quedado bajo custodia de las autoridades estadounidenses en los últimos 40 días, reveló hoy el secretario en funciones de Seguridad Nacional (DHS, en inglés), Kevin K. McAleenan, al comparecer ante el Comité Judicial del Senado.
El funcionario advirtió sobre el riesgo que afrontan los menores debido a lo que calificó como “cambio demográfico” en la migración.
McAleenan testificó ante el comité del Senado después de que los Gobiernos de Estados Unidos y México llegaran el viernes pasado a un acuerdo migratorio, que frenó la amenaza de la Casa Blanca de imponer aranceles a los productos del país vecino.
McAleenan, cuya sesión se prolongó durante más de dos horas, se refirió a la situación en la frontera con México, que insistió en definir como una “crisis”, y detalló que el mes pasado se alcanzó el “récord” de 144,000 personas cruzando la linde.
La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) de EE.UU. reveló el pasado 5 de junio que las detenciones de inmigrantes en la frontera con México se dispararon hasta las 132,887 en mayo pasado.
Esa cifra contempla a 11,507 menores no acompañados, 84,542 que eran miembros de familias (que las autoridades definen como individuos acompañados de un menor, un progenitor o un tutor legal) y 36,838 adultos solos.
Sumando las personas cuya entrada no fue autorizada al país, que fueron 11,391 en mayo, las estadísticas de la CBP dan cuenta de 144,278 casos de personas retenidas y las no admitidas el mes pasado.
McAleenan advirtió sobre un cambio en los flujos migratorios, que pasaron de estar compuestos por hombres adultos solos a familias y niños no acompañados.
El jefe del DHS se refirió en ese contexto a una reciente conversación que tuvo con un hombre en Guatemala hace dos semanas, quien le relató que su hija saldría del país centroamericano acompañada de su hijo.