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Tomografía revela que un ruso ha vivido 60 años con la mitad de su cerebro; 'nada me ha molestado”, dice

A pesar de ser un caso clínico único, el paciente se negó a que le realizaran más exámenes. “Viví una vida normal, nada me ha molestado y ahora no necesito ‘fama'”, aseguró al señalar que ni siquiera quiere pensar en el hecho de que le falta la mitad del cerebro.

Ciudad de México, 13 de julio (RT).- Médicos de Moscú (Rusia) descubrieron que un hombre ha vivido más de 60 años solo con la mitad de su cerebro  tras realizar una tomografía computarizada de su cabeza.

El paciente ingresó en un hospital con trastornos circulatorios  y, tras revisar esas imágenes, los especialistas vieron que tenía un “agujero negro” en su hemisferio izquierdo.

Estos profesionales se sorprendieron aún más cuando supieron que ese varón nunca tuvo problemas motores ni visuales y siempre llevó una vida normal.

De hecho, este sexagenario cursó estudios superiores, sirvió en el Ejército y formó una familia sin darse cuenta de su condición, según informaron medios locales el pasado 11 de julio.

Este hombre fue trasladado a un centro médico porque disminuyó su movilidad en brazos y piernas. El diagnóstico determinó que sufrió un ataque isquémico transitorio: una interrupción temporal del flujo sanguíneo hacia el cerebro cuyos síntomas desaparecen en poco tiempo. Cuando ese ataque terminó, las funciones de sus extremidades se restablecieron y fue dado de alta.

A pesar de ser un caso clínico único, el paciente se negó a que le realizaran más exámenes. “Viví una vida normal, nada me ha molestado y ahora no necesito ‘fama'”, aseguró al señalar que ni siquiera quiere pensar en el hecho de que le falta la mitad del cerebro.

Los doctores concluyeron se trata de una falla congénita, debido a que cuando las funciones cerebrales del embrión aún no están distribuidas el cerebro “tiene un enorme recurso para su redistribución” y, “si un hemisferio está dañado o no desarrollado, el segundo asume completamente las funciones de ambos”, explicó Marina Aníkina, una de las neurólogas a cargo de este caso.