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Midiendo fuerzas

Alfredo García

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“Donald John Trump no es apto para ser presidente. No está en condiciones de representar los valores estadounidenses de decencia y moralidad, respetabilidad y civilidad, honestidad y propiedad. . . no es apto para asegurar la tranquilidad doméstica, promover el bienestar general y asegurar las bendiciones de la libertad para nosotros y para nuestra posteridad, como lo elogia el preámbulo de la Constitución de los Estados Unidos”.

Con esas palabras el representante demócrata por Texas, Alexander N. Green, presentó el pasado miércoles al pleno del Congreso un proyecto de resolución para destituir al presidente de EE:UU. “El daño que Trump ha infligido a los Estados Unidos fue tan grave, que justifica el juicio político, el juicio y la destitución de su cargo”, concluyó el legislador.

La propuesta pareció ser más un sondeo que un propósito. La líder demócrata Nancy Pelosi, aunque favorece el juicio, considera que debe esperar por pruebas adicionales que convenzan a un considerable sector de la opinión pública aún escéptica.

La Cámara, de mayoría demócrata, rechazó el proyecto de resolución por 332 votos en contra y 95 a favor. Contando los 198 votos republicanos, 134 congresistas demócratas votaron junto a los republicanos contra la propuesta de juicio político, lo cual demuestra la división existente sobre el procedimiento. Sin embargo, la votación también mostró un creciente número de legisladores demócratas en favor de la destitución del presidente.

Desde Greenville, Carolina del Norte, donde Trump se encontraba para un mitin de campaña, el presidente candidato aplaudió la votación y declaro: “Acabamos de recibir un voto abrumador contra el juicio político, y eso es todo”.

Al término de la votación, Green declaró a los periodistas: “Hay mucho malestar, en muchos sectores diferentes, pero a veces hay que tomar partido”.

Por su parte, Pelosi calificó la demostración de fuerza como un “ejercicio prematuro”, aunque recordó que hay media docena de comisiones de la Cámara, estudiando si hay base jurídica por diversas cuestiones, para llevar a cabo un juicio político contra el presidente.

“Ese es el camino serio en el que estamos”, afirmó Pelosi.

Aun cuando la Cámara aprobara la resolución para el juicio político al presidente, tendría que superar una votación en el Senado, donde los republicanos son mayoría. La votación ha sido considerada una pulseada política antes del testimonio público que debe brindar el fiscal especial, Robert Mueller, el próximo miércoles sobre la “injerencia rusa” en la campaña electoral. Se espera que Mueller haga un recuento detallado de la evidencia de obstrucción de la justicia de Trump, obligando al Congreso a decidir qué hacer.

Con su exabrupto racista del pasado domingo contra cuatro congresistas representantes de minorías, instándolas a que regresaran a sus países, Trump ganó publicidad y alineó en su favor a la mayoría del Partido Republicano. Una encuesta de USA Today-Ipsos, encontró que casi el 60 % de los republicanos estaban de acuerdo con los tweets del presidente. Sin embargo, el mismo estudio revelo que el 68 % de los norteamericanos en general, los condenó.

En diciembre del 2017 cuando la Cámara de Representantes votó para presentar la primera propuesta de impugnación de Green contra Trump por los comentarios acerca de que había “gente muy buena” en ambos bandos entre neonazis y antifascistas en los violentos enfrentamientos en Charlottesville, Virginia, 58 legisladores demócratas votaron a favor. En enero del 2018, cuando Green lo intentó de nuevo, fueron 66 demócratas los que aprobaron su propuesta. En esta ocasión fueron 95 votos. Se necesitan 118 votos, para alcanzar el estatus de mayoría en el caucus demócrata. Solo faltarían 23 congresistas.

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