PARIS, Francia, 25 de julio (AFP).- Millones de europeos vivieron un jueves sofocante por la ola de calor, la segunda en menos de un mes, que culminó con récords de temperatura en Alemania, Bélgica y Holanda, así como en París, donde se rebasaron los 42 ºC.
La capital francesa batió su récord de calor con 42,6 °C registrados a las 16H32 (14H32 GMT). Es la segunda vez que las temperaturas en la Ciudad de la Luz superan 40°C. La primera fue el 28 de julio 1947, cuando el mercurio marcó 40,4 °C.
Para hacer frente al calor apabullante, parisinos y turistas buscaban un poco de frescura en las fuentes de París, como la del Trocadero, frente a la Torre Eiffel, que se convirtió en una piscina al aire libre.
Los usuarios de los transportes públicos sufrían también los rigores de la canícula. “¡Hace muchísimo calor en el metro, es insoportable!”, dijo a la AFP Petra Ulm, una austriaca de 34 años instalada en Francia.
“Hay muchísimas personas, no hay aire acondicionado y estamos los unos encima de los otros”, añadió, mientras le caían gotas de sudor por la frente.
“¡Tengo la impresión de haber abierto la puerta de un horno!”, exclamó Vanessa Bouisson, una transeúnte de 38 años, tras terminar su jornada laboral.
Las olas de calor serán cada vez más frecuentes en todo el mundo, según científicos, que responsabilizan al cambio climático provocado por el ser humano.
Las temperaturas mundiales nunca habían aumentado en los últimos 2.000 años tan rápido como ahora, según datos publicados el miércoles en dos estudios separados en las revistas Nature y Nature Geoscience.
Tregua con los ladrones
Los récords cayeron también en varios países del norte de Europa: 42,6 °C en Alemania, 40,6 °C en Bélgica y 40,4 °C en Holanda.
El calor era tal que el metal se dilataba en algunos puentes de Ámsterdam, por lo que empleados de la alcaldía tuvieron que rociarlos con agua para tratar de enfriarlos.
En el centro del país, la policía intentó negociar una tregua con los ladrones y criminales. Lanzó en Facebook un llamado para que se queden “tranquilos”. “!Es muy difícil trabajar en estas condiciones!”, dijeron.
Dos presuntos traficantes incluso llamaron a la policía para que los liberara de un contenedor en el que se quedaron encerrados, con temperaturas que se situaban en torno a los 40 ºC, cuando estaban “sacando droga”, en el puerto de Amberes, en Bélgica.