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WASHINGTON, EE.UU., 2 de julio (EFE).- El vicepresidente estadounidense, Mike Pence, canceló este martes abruptamente un viaje que tenía previsto hacer hoy a Nuevo Hampshire (noreste de EE.UU.) para permanecer en la Casa Blanca, aunque su oficina aseguró que no hay motivos para preocuparse y restó importancia al incidente.

“Ha surgido algo que requiere que el @VP (Pence) permanezca en Washington. No es nada que deba causar alarma. Él planea reprogramar su viaje a Nuevo Hampshire muy pronto”, escribió la portavoz de Pence, Alyssa Farah, en su cuenta oficial de Twitter.

El avión de Pence ya estaba en el aire rumbo a Nuevo Hampshire, donde planeaba visitar un centro de rehabilitación para adictos a analgésicos opiáceos, cuando dio la vuelta para regresar a Washington.

La cadena Fox News describió inicialmente como una “emergencia” la razón por la que Pence había cancelado su viaje, citando a una fuente de su oficina que se encontraba en Nuevo Hampshire, pero el entorno del vicepresidente trató enseguida de minimizar lo ocurrido.

En declaraciones a los periodistas, un alto funcionario de la Casa Blanca descartó que la decisión de Pence tuviera que ver con algún problema de salud “ni del vicepresidente ni del presidente”, Donald Trump.

También rechazó, según la cadena de televisión CNN, que la razón del cambio estuviera relacionada con algún problema de “seguridad nacional” o de política exterior, en un momento de tensiones con Irán.