Pedro Díaz Arcia
Mientras en una inédita mezcolanza para conmemorar el Día de la Independencia, en la que participarán estrellas de música folk y de otras agrupaciones, invitados VIP de Donald Trump, un desfile militar con tanques de guerra trillando las calles de Washington y aviones de combate maniobrando sobre su cielo, junto al paso marcial de diversas huestes militares; mujeres, niños y ancianos migrantes, hacinados en jaulas, padecen hambre, sufren por falta de alimentos y medicinas, y beben agua de urinarios.
¿En qué principios se basa su democracia? ¿Dónde quedaron los valores inspirados por los fundadores de la nación?
Cuando esto ocurre en su territorio, Donald Trump dará en la tarde noche del jueves un discurso, desde el Monumento a Lincoln, lo que no ocurría desde que Harry S. Truman se dirigió al país poco después de finalizar la Segunda Guerra Mundial. Le seguirán los fuegos artificiales más grandes en la historia estadounidense.
No se conoce el gasto de la magna celebración, aunque no será cuestión de centavos más, o de centavos menos.
No hay la menor duda de que será un acto de campaña, aunque no mencione por sus nombres a sus posibles rivales de contienda so riesgo de pagar por gastos de la celebración. Porque diga lo que diga será el protagonista de un guión que rompe otra tradición y ocupará los espacios estelares de los medios.
Tal vez se trate de una muestra de poderío para amedrentar a quienes apuestan por un cambio de riendas en la Casa Blanca. Pero aunque habrá una amplia participación de oficiales invitados, existe preocupación en los altos jefes de las Fuerzas Armadas de que la exhibición de armamentos se convierta en un espectáculo político que involucre a los militares.
La convocatoria ha indignado a la oposición, a buena parte de la ciudadanía y al activismo social, que no aprueban el gasto público para actos de pirotecnia política. Está previsto que protesten en lugares específicos; mientras un gigantesco “Baby Trump”, de “nacionalidad británica”, esperaba surcar los aires de la capital.
El “show” se realiza en medio del anuncio de Irán de que iniciará el enriquecimiento de uranio esta semana; en tanto la Casa Blanca declaró que nunca permitirá que Teherán acceda al arma nuclear.
Por su parte, el presidente Vladimir Putin acusó a Estados Unidos de ser el responsable por la escalada armamentista, al comparar los presupuestos de Defensa de Washington (700,000 millones de dólares) y de Moscú (48,000 millones de dólares).
Rusia no ha tenido otra opción que desarrollar armas y equipos ultramodernos ante la actitud destructiva y reticente de Estados Unidos en cuanto a tratados encaminados a evitar el colapso del sistema de seguridad global, dijo Putin en una entrevista con el periódico italiano Corriere de la Sella. De unos pactos se retiraron (INF) y sobre otros cuyos plazos vencen dentro de poco no responden a los llamados de diálogo para la prórroga o firma de un nuevo acuerdo, como es el caso del tratado START III.
Trump se engrandece cuando observa que no hay límites para sus desafueros. Su respuesta a quienes denunciaron los desmanes contra los inmigrantes fue de que si éstos no se sienten felices en los centros reacondicionados, díganles que no vengan. No se trata de felicidad, sino de una humanidad que no tiene y de una dignidad que mide por metros de dólares…lineales o cuadrados.