En materia del acuerdo nuclear con Irán, Europa se encuentra en la situación imposible de tratar de salvar un pacto que está colapsando debido a la campaña de máxima presión de Estados Unidos y sus sanciones.
Desde que el presidente Donald Trump retiró unilateralmente a Estados Unidos del acuerdo hace un año, una mecha lenta arde en Irán. Al principio, parecía que el gobierno iraní contaba con el tiempo a su favor. Hablaban de “paciencia estratégica” ante la inminencia de la elección presidencial de 2020.
Ese discurso perdió fuerza a medida que las sanciones estrangulaban las exportaciones vitales de petróleo crudo y luego empezaron a apuntar a la Guardia Revolucionaria y los más altos funcionarios, incluido el líder supremo, ayatolá Alí Jamenei. En poco tiempo el discurso se volvió hacia la “acción estratégica” y las amenazas en el estrecho de Ormuz, una vía crucial para el suministro global de petróleo.
En esta acción, Irán ha superado el límite de acumulación de uranio de bajo enriquecimiento impuesto por el acuerdo de 2015 con las potencias nucleares. El presidente Hasán Ruhani dice que a partir del domingo, Irán empezará a enriquecer uranio a “cualquier nivel que nos parezca necesario y que necesitemos”.
La suma de estos pasos permitiría a Irán reducir el plazo de un año que necesita para tener material suficiente para fabricar un arma nuclear. Irán niega que ésa sea su intención, pero el acuerdo le impedía realizarla.
Para los iraníes, los únicos que pueden impedir una mayor escalada de la crisis son los europeos. Gran Bretaña, Francia y Alemania son firmantes del acuerdo, y la Unión Europea ayudó al proceso diplomático.
Las declaraciones públicas de Irán apuntan a Europa.
Las “acciones de los europeos no han sido suficientes de manera que la República Islámica seguirá adelante con sus planes tal como ha anunciado previamente”, dijo el canciller iraní Mohammad Javad Zarif el lunes.
Maja Kocijancic, vocera de la jefa de Exteriores de la UE Federica Mogherini, dijo el jueves que Europa “exhortó a Irán a dar marcha atrás y abstenerse de nuevas medidas que socavarían el acuerdo nuclear”.
Sin embargo, está en duda qué pueden ofrecer los europeos. Destacan a INSTEX, un medio comercial que permite a firmas europeas e iraníes exportar bienes y pagarlos localmente para evitar las sanciones de Washington. Pero está en duda si Irán creará un sistema similar para facilitar el intercambio. La UE dice que INSTEX “está operando y sus primeras transacciones están siendo procesadas”.
Lo que más interesa a Irán es poder vender su petróleo a través de INSTEX.
“Sin (un) acuerdo petrolero, está muy claro que INSTEX no funcionará”, dijo el ministro de Petróleo iraní Bijan Namdar Zangeneh a la agencia Bloomberg. Sin embargo, es posible que Irán haya vendido petróleo a China la semana pasada a pesar de las sanciones.
(AP)