Pelayo Terry Cuervo
Las más recientes medidas económicas aprobadas por el gobierno cubano (incremento salarial en el sector presupuestado y aumento del monto a cobrar por los pensionados) han tenido, sin dudas, un alto impacto en la sociedad.
El beneficio no solo llega desde los primeros días de este mes a quienes perciben desde ya ingresos superiores, sino que su alcance se multiplica en las familias donde conviven y a las cuales pueden aportar un poco más para satisfacer sus necesidades básicas.
Sin embargo, aún está por ver el impacto real de esas decisiones en el día a día de la sociedad, sobre todo en el ámbito de la producción y los servicios, donde se requiere una mayor productividad y eficiencia, que permitan mejorar la economía en su conjunto.
De hecho, ya emergen en un sector estratégico para el país las primeras señales de lo aplicado, al conocerse, por medio de la ministra de Educación del archipiélago, Ena Elsa Velázquez, que para el próximo periodo lectivo, a iniciarse el 2 de septiembre, más de 8,000 maestros han mostrado su interés de reincorporarse a las aulas.
Esta noticia implica el retorno a las escuelas de un personal de alta calificación, con una experiencia acumulada y muchas horas frente a los alumnos, lo que incidirá en la calidad de la formación de los estudiantes, la cual se ha visto resentida en los últimos años debido, fundamentalmente, a la ausencia de educadores bien preparados y a la improvisación, que se alzó como alternativa para que ningún niño, adolescente o joven quedara sin recibir los contenidos académicos correspondientes a su edad y grado escolar.
El anuncio de la ministra también debe interpretarse como la posibilidad de que la educación cubana vuelva a los cauces que la han hecho referente para muchas naciones del mundo, luego de un periodo con múltiples dificultades, reflejadas, por ejemplo, en los niveles de aprobación en los exámenes de ingreso a la Educación Superior, que han estado por debajo de lo esperado, unido a carencias en los conocimientos adquiridos, casi todo en línea directa con la falta de profesores bien capacitados para enfrentar la enseñanza y la educación en el sentido más amplio del término.
Con la vuelta de los más de 8,000 maestros la cobertura docente llegará al 95 por ciento en el país, sin que las autoridades tengan que recurrir a otras alternativas, como ha sido que maestros de una determinada asignatura y grado, tengan que “cubrir” otros grados, con una mayor carga docente y poco tiempo para la auto preparación, así como que directivos a los diferentes niveles igualmente hayan tenido que acudir a las aulas, dejando parte de sus responsabilidades para otros horarios y el consiguiente desgaste que ello conlleva.
Este proceso de reincorporación se analiza minuciosamente por los responsables en cada lugar, pues debe tenerse la seguridad de que estas personas mantienen condiciones para desarrollar el proceso docente-educativo en las escuelas cubanas.
Más de 10,700 instituciones educacionales en Cuba abrirán sus puertas el próximo 2 de septiembre, en tanto se estima que más de un millón 700 mil estudiantes de los centros adscritos al Ministerio de Educación se incorporen a las aulas.
Por todo ello, y por las informaciones que van llegando desde las diferentes provincias, donde se afirma que está asegurada, en lo básico, la base material de estudio y de vida, se augura un curso 2019-2020 con mejores condiciones para la enseñanza, cuyos resultados a la larga, son imprescindibles en la estrategia nacional de actualización del modelo económico y social del país, y en el camino hacia la sociedad próspera y sostenible a la que aspiran la mayoría de los cubanos.