Internacional

Los sondeos apuestan por Trump

Pedro Díaz Arcia

En un reciente mitin en New Hampshire, Donald Trump dijo a sus seguidores que su seguridad financiera depende de su reelección: “Ya sea que me ames o me odies, tienes que votar por mí”. El llamado se produce en medio de un debate de si se prevé, o no, una recesión.

Los expertos siguen atentos el comportamiento de la curva de rentabilidad, la inestabilidad en los mercados con tendencia a la baja, el incremento de riesgos geopolíticos y la presunción de que el mercado se “prepara para un cambio de ciclo”; lo que disparó el valor del oro a 1.500 dólares la onza, aproximadamente un 20% mayor del nivel máximo alcanzado en seis años, desde la primavera de 2013.

Mientras la mira está en el desempeño de la economía de Estados Unidos, los que opinan que no hay indicios que apunten a una recesión a corto plazo se basan en la baja tasa de desempleo, el incremento de las ventas al por menor, la reducción por la Fed de la tasa de interés -la Casa Blanca insiste en que debe ser mayor- para elevar su competitividad (la zona euro mantienen las tasas en cero); pero si bien la economía se ha extendido en la última década, es difícil que pueda mantener ese ritmo en la guerra comercial.

Para el estadounidense Paul Krugman, columnista de The New York Times y Premio Nobel de Economía, “nada de lo que Trump hace “tiene sentido”, porque sobrestima su capacidad de dañar a China, mientras subestima el perjuicio que puede recibir.

Incluso, advierte que Pekín podría derrumbar el mercado estadounidense; y destaca en un artículo del día 12 de este mes en el diario neoyorquino que mientras las exportaciones de México a Estados Unidos alcanzan el 80%, las de China se acercan a solo el 20%.

Por supuesto, el alza de aranceles a los productos chinos es adverso para la potencia asiática; pero resulta que su comercio es más diversificado y preparado para enfrentar los retos. La reciente devaluación de su moneda, que colmó de ira al gobernante estadounidense, es “una lección de economía” que habría dado Pekín a Washington, según el catedrático.

Llama la atención el hecho de que las sanciones estadounidenses sobre cerca del 60% de los productos chinos, que entrarían en vigor el primero de septiembre, fueran aplazadas por tres meses. Si algo está claro es que China no va a retroceder en la pugna.

En este panorama, pasto verde para la especulación, las últimas encuestas apuntan a la reelección de Trump. Con independencia de su popularidad, las bases republicanas lo siguen y la economía será el factor clave a la hora de votar.

Al respecto, me llamó la atención la opinión de Mark Zandi, economista de la agencia Moody’s y crítico del mandatario, quien dijo que si la elección fuera ahora éste triunfaría, luego de evaluar una docena de predicciones en la que todas coincidían. Son los modelos que previeron el triunfo de Barack Obama en 2012 y del republicano en 2016.

Mientras el profesor de economía de la Universidad de Yale, Ray Fair, augura que obtendrá una gran votación, pero advierte que su mayor enemigo es el mismo. Lo que no comparto. Agregaría que cientos de millones en el planeta somos enemigos de su cinismo y prepotencia; pero no tenemos derecho al voto en Estados Unidos. Hagan el sondeo.