El contrato firmado con Boeing buscaba construir interceptores de misiles terrestres y marítimos para contrarrestar posibles ataques de Corea del Norte o Irán.
El Departamento de Defensa de EE.UU. anunció este miércoles la terminación de un contrato de 1.000 millones de dólares con Boeing, que tenía el propósito de construir un arma mejorada destinada a destruir misiles entrantes. La cancelación del programa denominado Redesigned Kill Vehicle (RKV, por sus siglas en inglés) se debe a las dificultades y limitaciones económicas para superar problemas de diseño, informa AP.
"Terminar con el programa fue lo responsable", afirmó el subsecretario de defensa para investigación e ingeniería Michael Griffin en un comunicado. "Después de ejercer la debida diligencia, decidimos que el camino que estamos siguiendo no sería fructífero ", agregó.
El Pentágono ya había gastado cerca de 1.200 millones de dólares en el proyecto del "vehículo asesino" antes de que Griffin decidiera la semana pasada finalizarlo. En mayo de este año, Boeing ya había sido notificada para que detuviera su trabajo mientras se tomaba una decisión definitiva.
La reacción de Boeing
Por su parte, Boeing expresó en un comunicado que acepta la decisión tomada. El Pentágono está "actualizando sus requisitos ante un entorno de amenazas cada vez más complejo", sostuvo Michael Doble, portavoz de la empresa subcontratista Raytheon Co.
El proyecto, que había sido firmado en mayo de 2017, tenía como objetivo la construcción de interceptores de misiles terrestres, marítimos, sensores y sistemas de comunicación destinados a derribar misiles de Corea del Norte o Irán, según Bloomberg.
Las autoridades de Defensa aclararon que el contrato se cancela por "conveniencia ", y no porque la contratista estadounidense no pudiera cumplir lo pactado. La declaración del Pentágono invita a la competencia a desarrollar un "nuevo interceptor de próxima generación" para hacer frente a misiles hipersónicos desarrollados por China y Rusia. (RT)