CIUDAD DEL VATICANO, 28 de agosto (ACI/Vatican News).- “Yo obedezco a Dios antes que a los hombres es la gran respuesta cristiana”, según el Papa Francisco.
Esto significa “escuchar a Dios sin reservas, sin reenvíos, sin cálculos” y por eso hay que pedirle al Espíritu Santo que nos de la fuerza de no asustarnos ante quien nos manda a callar, nos calumnia e incluso atenta contra nuestra vida; pedirle que nos fortalezca interiormente para estar seguros de la presencia amorosa y consoladora del Señor a nuestro lado.
Esa fue la recomendación del Papa en su catequesis de este miércoles, dedicada a los Hechos de los Apóstoles.
La figura de Pedro, que lleno del Espíritu del Señor pasa entre los enfermos caminando, y sin que él haga nada, su sombra se convierte en caricia sanadora “efusión de la ternura del Resucitado”, fue el tema a partir del cual el Santo Padre desarrolló su reflexión.
Francisco afirmó que “el cuerpo de los cristianos” es esencial para poder vivir “la comunión con Dios y con los demás”.
“El cuerpo de los creyentes no es un accesorio extraño a la vida de la fe, sino que es un hecho para vivir la comunión con Dios y con los demás, para manifestar la belleza de ser hijos creados a imagen y semejanza del Padre”, señaló.