Síguenos

Última hora

Macabro hallazgo en Escárcega: Profanan 12 tumbas en panteón El Nuevo

Internacional

La política mundial será un caos

Pedro Díaz Arcia

Al referirse esta semana al retiro de Washington del Tratado sobre Misiles de Alcance Medio y Corto (INF, por sus siglas en inglés), el último gobernante soviético, Mijaíl Gorbachov, quien firmó el pacto con su par Ronald Reagan, el 8 de diciembre de 1987, afirmó que “Con este paso, Estados Unidos hará que la política mundial sea impredecible y caótica”.

¿Recordaría las palabras de Fidel Castro cuando visitó Cuba?

En el discurso de presentación de Gorbachov ante la Asamblea Nacional del Poder Popular (Parlamento), en abril de 1989, el líder revolucionario dijo: “Sabemos qué piensa la Unión Soviética y qué piensa el compañero Gorbachov, sabemos lo que significa la expresión de un nuevo pensamiento político internacional, una nueva mentalidad en el enfoque de los problemas”; sin embargo, “no tenemos ninguna seguridad […] de que el imperialismo haya asimilado esa nueva mentalidad internacional…”.

Cuando el gobernante soviético cumplía su programa en Cuba; los sectores de derecha estadounidenses recomendaban a quienes elaboraban la política hacia América Latina proclamar que: “El buen vecino está de vuelta y ha regresado para quedarse”.

Veinte años después, la Doctrina Monroe está en su plenitud.

Fidel había advertido, mucho antes, que podría existir una coyuntura en que mejoraran las relaciones entre la URSS y Estados Unidos, mientras empeoraban entre La Habana y Washington, pero que nunca se daría una situación inversa. Así fue.

Además, el bloqueo norteamericano hacia Cuba, recrudecido tres años después, en 1992, con la Ley Helms-Burton, estaba intacto.

En marzo de 1985 se había producido un cambio cualitativo en la potencia euroasiática con la elección de Mijaíl Gorbachov como secretario general del Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS), luego del fallecimiento de Leonid Brezhnev y los breves períodos de Yury Andropov y Konstantin Chernienko en el cargo. Había un virtual estancamiento, entre otros, del papel de la URSS en la arena internacional.

En realidad, fueron sustantivas las contribuciones de Gorbachov en el desarrollo de un clima de distensión y seguridad en las relaciones internacionales: como las propuestas de Reykjavik; y la declaración de una moratoria unilateral, en agosto de 1985, que sería enriquecida en la reunión con Reagan en la propia ciudad en octubre de 1986, cuando el dirigente soviético propuso trabajar en un proyecto que redujera en un 50% las armas estratégicas y avanzar en su total eliminación antes de finalizar el siglo. Nunca antes se había alcanzado tanto.

Pero poco después, Reagan respondió a la mano tendida con la Iniciativa de Defensa Estratégica (IDE), conocida como la Guerra de las Galaxias, un sutil embozo para desatar un espectacular incremento de la carrera armamentista.

¿Qué significa la defunción del Tratado INF?

El auge del chantaje atómico; y un criminal desvío de recursos para gastos militares que podrían contribuir a mejorar el nivel de vida de cientos de millones de seres en el planeta que, por demás, no toman cartas en la partida. Aunque tampoco participa la ONU.

Para John Bolton, Consejero de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, representa “una nueva realidad estratégica” de su país, fortalecer su hegemonía mundial a cualquier precio. Para Europa significa desprotección, pues está al alcance de estos misiles, no así Estados Unidos.

El Boletín de Científicos Atómicos, que abriga a 14 Premios Nobel, opina que el abandono por Washington del Tratado y el retiro del Pacto Nuclear con Irán socavan el “desmantelamiento completo del control de armas globales”.

Siguiente noticia

Trump defiende su política de guerra comercial con China