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Snowden: "Las fotos de desnudos interceptadas eran una especie de moneda informal en la NSA"

El excolaborador de esa agencia de inteligencia estadounidense explica cómo sus colegas irrumpían en su tiempo libre en la vida privada de millones de personas.

(RT).- Edward Snowden, conocido por revelar en 2013 el espionaje electrónico masivo del Gobierno de EE.UU. sobre sus propios ciudadanos, ha dado a conocer  nuevos detalles  de estas prácticas en la Agencia de Seguridad Nacional estadounidense (NSA, por sus siglas en inglés), donde trabajó como subcontratado.

En su libro de memorias 'Registro permanente' ( 'Permanent Record' ), que se publicará el 17 de septiembre, Snowden recuerda cómo el personal de la agencia solía acceder en su tiempo libre a las comunicaciones privadas de prácticamente cualquier persona, a menudo para robar  fotografías y videos íntimos .

"Las [imágenes de] desnudos interceptadas eran una especie de  moneda informal  en la oficina", cita Wired las memorias escritas por el excolaborador de la NSA, que precisa que tales extracciones de datos se realizaban usando una poderosa herramienta llamada  XKEYSCORE

https://youtu.be/2LCDBhkgOWY

De acuerdo con el experto informático, sus colegas se jactaban de encontrar imágenes desnudas utilizando este 'software', y posteriormente las  utilizaban como pago  para que otros empleados les efectuaran servicios menores en el trabajo. Snowden previamente había comentado sobre esta práctica, pero ahora asegura que se ha vuelto  rutina  en la NSA.

Según indicó el exanalista de 36 años a Tages-Anzeiger, otro de los usos de la herramienta era lo que denominó  LOVEINT , o inteligencia amorosa, que consiste en espiar a los propios novios, esposos, amantes o parejas potenciales de los empleados de inteligencia por curiosidad o para usar la información en su propio beneficio.

"Existe esta  ingenua noción  de que la CIA, el FBI y la NSA usan sus herramientas de vigilancia solo para salvar vidas y detener a los malos", indicó Snowden, detallando que la mayoría de los analistas de los que habla tenían entre 18 y 22 años. "Cuando están  aburridos  y nadie mira,  monitorean  a sus pares", añadió, enfatizando que en esas agencias "no existen mecanismos racionales de supervisión".