Internacional

Desprecio por la solución con dos Estados

JERUSALÉN, 15 de septiembre (AFP).- El gobierno israelí autorizó este domingo la legalización de una colonia salvaje en Cisjordania ocupada, dos días antes de las elecciones legislativas, que se revelan cruciales para el futuro político del primer ministro, Benjamin Netanyahu.

En el último día oficial de la campaña -los candidatos teóricamente no pueden organizar mítines el lunes de cara a la votación del martes-, Netanyahu sacó un conejo del sombrero, durante su consejo de ministros.

El gobierno decidió “transformar la colonia salvaje de Mevoot Yericho, ubicada en el valle del Jordán, en una oficial”, anunció la oficina del primer ministro al concluir el encuentro celebrado excepcionalmente en esta llanura fértil.

El valle del Jordán es “un muro de defensa que será parte integrante de Israel (..) y que asegurará la presencia eterna de nuestras fuerzas armadas”, dijo Netanyahu.

La Autoridad Palestina condenó la celebración de esta reunión ministerial en los Territorios ocupados y, sin mencionar directamente a la colonia, pidió a la comunidad internacional hacer presión sobre Israel que “socava todos los fundamentos del proceso político (de paz)”.

La colonia Mevoot Yericho está situada cerca de Jericó, la principal ciudad palestina de este valle estratégico y corazón de la industria agrícola, al norte del Mar Muerto.

Sin embargo, la pequeña colonia de Mevoot Yericho legalizada por el derecho israelí seguirá siendo ilegal a los ojos de la comunidad internacional, como lo son todos los asentamientos en los Territorios palestinos ocupados.

“El gobierno sigue dando prueba de su desprecio por la solución con dos Estados”, previendo un Estado palestino viable que coexista con Israel, aseguró la ONG israelí Peace Now.

El anuncio del gobierno ocurre en momentos en que los principales partidos se aprestan a celebrar por la tarde sus últimas concentraciones de campaña para atraer electores con vistas a la consulta del martes.

“Querido amigo” Trump

Netanyahu prometió la semana pasada anexar todas las colonias judías en el valle del Jordán, un territorio estratégico que representa aproximadamente el 30% de la Cisjordania ocupada, de ganar las elecciones.

Este anuncio fue duramente criticado por funcionarios palestinos, quienes consideran que de concretarse equivale a la muerte del proceso de paz, así como por una parte de la clase política israelí, que está a favor de la anexión pero considera que ésta se plantea con fines electorales.

Los ministros de Relaciones Exteriores de los países de la Organización de Cooperación Islámica (OCI) expresaron este domingo su “rechazo total” a la promesa de Netanyahu.

Netanyahu se comprometió a anexar estos asentamientos judíos “inmediatamente” después de las elecciones.

Actualmente, más de 600,000 israelíes viven en una coexistencia a menudo muy conflictiva con tres millones de palestinos en Cisjordania y Jerusalén Este, la parte palestina de la ciudad ocupada y anexada por Israel.