Internacional

Fuerzas pro-Haftar se apoderan de Sirte

BENGASI, Libia, 6 de enero (AFP/EFE).- Las fuerzas del mariscal Jalifa Haftar, hombre fuerte del Este de Libia, tomaron el control de toda la ciudad de Sirte, asestando un duro golpe a sus rivales, en un contexto regional tenso tras el anuncio del envío de tropas turcas al país.

La ciudad de Sirte, situada a 450 km al este de Trípoli, había estado hasta la fecha bajo el control de las fuerzas del Gobierno de Acuerdo Nacional (GNA).

“Sirte ha sido totalmente liberada (...) de los grupos terroristas”, anunció en la televisión Ahmed al Mesmari, portavoz de las fuerzas pro-Haftar, en alusión a las fuerzas rivales leales al GNA -con sede en Trípoli-.

Esta declaración en la televisión libia Al Hadath, cercana al mariscal Haftar, se produjo tras una operación militar de tres horas.

La pérdida de Sirte supone un serio revés para el Gobierno de Acuerdo Nacional (GNA) reconocido por la ONU, cuyas fuerzas controlaban la ciudad desde 2016, cuando expulsaron de allí al grupo Estado Islámico (EI) tras meses de combates.

Según las fuerzas pro-Haftar, varios combatientes pro-GNA fueron hechos prisioneros y sus equipos confiscados, mientras que otros huyeron.

El GNA no reaccionó al anuncio, pero un comandante militar pro-GNA que estaba en Sirte y que quiso permanecer en el anonimato, confirmó la pérdida de la ciudad y la retirada de sus fuerzas fuera de Sirte.

El responsable denunció una “traición” de un grupo armado salafista, que cambió de bando cuando llegaron las fuerzas de Haftar.

“Preparación minuciosa”

Por su parte, Mesmari informó de una “preparación minuciosa que duró meses”, con bombardeos aéreos regulares contra la “Fuerza de protección de Sirte”, que controlaba la ciudad y que estaba compuesta, principalmente, de combatientes procedentes de Misrata (250 km al oeste de Sirte).

En septiembre, al menos dos combatientes murieron en ataques aéreos de las fuerzas pro-Haftar contra tropas leales al GNA en Sirte.

El mariscal Haftar, que desde el 4 de abril intenta apoderarse de Trípoli, anunció el viernes la “movilización general” contra una intervención militar turca en Libia en apoyo al GNA, reconocido por la ONU.

“Nuestras fuerzas responden a las milicias terroristas leales al criminal de guerra Haftar”, aseguró este lunes en Facebook la Fuerza de Protección de Sirte, pro-GNA.

El mariscal Haftar cuenta con el apoyo de Egipto y de Emiratos Árabes Unidos, que le aportan respaldo diplomático y militar. Esos dos países son rivales regionales de Turquía y de otro aliado del GNA, Catar.

Además, se sospecha que Rusia envió mercenarios para apoyar a las fuerzas pro-Haftar, pero Moscú lo negó.

El emisario del a ONU para Libia, Ghassan Salamé, expresó el lunes su “ira” y reclamó este lunes, de nuevo, que cesen las interferencias extranjeras en el conflicto libio, tras una reunión de dos horas con el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas en Nueva York.

Además, se mostró muy duro con el Consejo de Seguridad, que desde que empezó la ofensiva de Haftar en abril no ha logrado ponerse de acuerdo para emitir una resolución que reclame un alto el fuego.

Sumida en el caos desde la caída del régimen de Muamar Gadafi, en 2011, Libia está bajo el control de dos autoridades que se disputan el poder: el GNA, respaldado por la ONU, y un gobierno con su Parlamento en el este, en manos del mariscal Haftar.