Internacional

Disparan 'más de una docena” de misiles contra bases usadas por tropas EE.UU. y de la OTAN en Irak

WASHINGTON, EE.UU./TEHERAN, Irán, 7 de enero (Agencias).- Según informes del Pentágono, “más de una docena” de misiles balísticos fueron disparados contra las bases Ain al Asad y Erbil en Irak, usadas por tropas de Estados Unidos y de la coalición (OTAN). “Aproximadamente a las 5:30 pm (22:30 GMT) el 7 de enero, Irán lanzó más de una docena de misiles balísticos contra militares de Estados Unidos y fuerzas de coalición en Irak”, dijo en un comunicado el asistente de Defensa para Asuntos Públicos, Jonathan Hoffman.

Los disparos vinieron después de que facciones a favor de Teherán en Irak prometieron responder al ataque con dron que mató la semana pasada al general iraní Qasem Soleimani en Bagdad.

“Al Gran Satán, el régimen cruel y arrogante de EE.UU., advertimos de que cualquier otra maldad o violación u otras medidas se enfrentará a una respuesta más dolorosa y aplastante”, aseguró el Cuerpo de los Guardianes de la Revolución en un mensaje colgado en su pagina web.

“Está claro que estos misiles fueron lanzados desde Irán y apuntaron a por lo menos dos bases militares iraquíes que albergan personal militar y de la coalición estadounidense en Al Asad y Erbil”. No hubo informes inmediatos de bajas en las bases.

El comandante sunita Qatri al-Obedei dijo a la cadena de noticias CNN que fue testigo del ataque a esa base aérea desde la cercana localidad de al-Baghdadi. La otra base militar atacada es la de Erbil, en el norte del país.

La agencia de noticias AP señaló, citando a la televisión estatal iraní, que el gobierno de Teherán informó sobre el lanzamiento de “decenas” de misiles tierra-tierra. La televisión iraní describió el ataque, ocurrido en las primeras horas de este miércoles, como una venganza a la operación militar con un dron estadounidense que mató al general iraní Qassem Soleimani.

El departamento estadounidense de Defensa anunció que está conduciendo una “evaluación preliminar de daños” y evaluando su “respuesta” al ataque.

La Casa Blanca dijo, en un comunicado por separado, que el presidente Donald Trump estaba “monitoreando de cerca la situación y consultando con su equipo de seguridad nacional”.

“Estamos al tanto de los reportes de los ataques a las instalaciones de Estados Unidos en Irak. El presidente ha sido informado y está monitoreando de cerca la situación y consultando con su equipo de seguridad nacional”, dijo en un comunicado la vocera de la Casa Blanca, Stephanie Grisham.

Los Guardianes de la Revolución iraní amenazaron el miércoles con ataque a Israel y a “gobiernos aliados” de Estados Unidos, luego del lanzamiento de misiles contra dos bases militares en Irak utilizadas por tropas estadounidenses.

En una nota, los Guardianes también aconsejaron “al pueblo estadounidense que llame de retorno a sus tropas [desplegadas en] la región, para evitar nuevas pérdidas y no permitir que la vida de los soldados sea amenazada por el odio” del gobierno en Washington.

Una facción pro-Irán afirmó este martes en Bagdad que los grupos armados iraquíes pro-Irán van a unir sus fuerzas, “hoy o mañana”, para luchar contra la presencia de Estados Unidos en la región, tras el asesinato del general Soleimani.

“Vamos a reagrupar las facciones de la resistencia en una sola entidad para reaccionar frente a Washington”, dijo en un comunicado Naser Al Chemmari, el número dos de Nujaba, una de las facciones proiraníes más radicales del Hashd Al Chaabi.

EE.UU. reafirma su permanencia en Irak

Estados Unidos reafirmó este martes que no ha cambiado su política respecto a Irak y que mantendrá sus tropas en ese país de Medio Oriente, donde sus fuerzas defienden los intereses estadounidenses y previenen el resurgimiento del grupo Estado Islámico.

El presidente Donald Trump dijo el martes que retirar a las tropas en este momento sería “lo peor” para Irak, luego de que el parlamento de Bagdad exigiera la expulsión de fuerzas extranjeras.

Parlamentarios iraquíes exigieron a su gobierno expulsar a los 5,200 soldados estadounidenses desplegados en Irak en respuesta al asesinato del general iraní Qasem Soleimani y el líder militar iraquí Abu Mehdi Al Muhandis. Por su parte, el secretario de Defensa estadounidense, Mark Esper, desmintió al primer ministro iraquí, Adel Abdel Mahdi, quien dijo haber recibido copias firmadas de una misiva en la que se describen los pasos para una salida de Estados Unidos de su país.

Esper expresó también que el Pentágono esperaba represalias de Irán por la muerte de Soleimani. “Creo que deberíamos esperar de parte de ellos una represalia de algún modo”, dijo.

Abdel Mahdi confirmó este martes que recibió una carta “firmada”, “traducida” y “muy clara” del mando estadounidense en la que se anunciaba una retirada militar de Irak, durante el Consejo de ministros, retransmitido por la televisión estatal.

Mahdi, que renunció en noviembre cuando se efectuaban grandes protestas antigubernamentales, dijo que Irak desea la salida de los efectivos estadounidenses para evitar que la situación empeore ante el aumento de las tensiones entre la Casa Blanca y Teherán.

Irán designa como “terroristas” a las FF.AA. de EE.UU.

El parlamento iraní votó una ley que designa como “terroristas” a todas las Fuerzas Armadas de Estados Unidos, en respuesta al asesinato del general Qasem Soleimani por un misil disparado desde un dron estadounidense. Los diputados votaron una enmienda a una ley reciente que declaraba “terroristas” a las fuerzas estadounidenses desplegadas desde el Cuerno de África hasta Asia Central pasando por Oriente Medio.

La nueva ley extiende la denominación de “terrorista” al Pentágono, a todas las Fuerzas Armadas estadounidenses y a cualquier persona implicada en el asesinato del general Soleimani.

“Cualquier ayuda a estas fuerzas, incluidas las militares, de inteligencia, financieras, técnicas, de servicio o logísticas, se considerará como cooperación en un acto terrorista”, establece la enmienda aprobada por el parlamento. El secretario de Estado de EEUU, Mike Pompeo, defendió el martes la legalidad del ataque estadounidense que mató al poderoso general Qasem Soleimani, así como la de cualquier futura acción militar de su país contra Irán.

“Nunca había visto a esta administración tomar decisiones de esta naturaleza sin una revisión completa y profunda de la base legal”, dijo Pompeo en una conferencia de prensa en Washington.