Victoria Eugenia Henao, esposa de Pablo Escobar y conocida como “La Tata”, narró que tras la muerte del narcotraficante se tuvo que reunir con los enemigos de su pareja para ajustar cuentas.
En el libro “Mi vida y mi cárcel con Pablo Escobar”, Victoria da a conocer que el cobro que le hicieron 40 narcotraficantes, bajo amenazas, ascendía a 120 millones de dólares.
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Los gastos estaban relacionados con los asesinatos, daños a sus propiedades, secuestros y otros hechos por los que acusaban al jefe del cartel de Medellín, señaló la esposa de Pablo.
Reveló que “Popeye”, “Giovanni”, “Mugre”, “Otto” y “Arete” fueron los primeros en pedirle parte de la fortuna. Todos habían trabajado para el narco.
Según el libro, los hermanos Miguel y Gilberto Rodríguez Orejuela y los jefes del cartel de Cali fueron los encargados de realizar el negocio.
Para poder organizar el listado de bienes –añadió Henao–, se necesitaron dos asesores contables y siete abogados.
“La reunión fue larga y tediosa porque se dedicaron a escoger uno a uno los 62 bienes incluidos en la lista que llevé. Pero a diferencia de nuestro primer encuentro, me pareció otra buena señal que aceptaran recibir el 50 % de la deuda en bienes incautados y el restante porcentaje en propiedades listas para comercializar, eso sí, libres de apremios judiciales. Eso de apropiarse de bienes ‘emproblemados’ tenía una explicación: sus conexiones en las altas esferas del Estado les ayudarían a ‘lavar’ los bienes de Pablo, dejando por fuera a sus herederos. Lo que evidentemente sucedió”, apunta la mujer en el libro.
Entre los beneficiados también se encuentra el jefe paramilitar Carlos Castaño, quien habría recibido un lote de nueve hectáreas.
Los Castaño tomaron al menos una docena de lotes y dos pinturas que ascienden a los 3 millones de dólares.
Al “Comandante Chaparro” se le ofreció dos fincas, y según la viuda, otros capos se repartieron “un complejo de torres de apartamentos en El Poblado, cerca de la loma del Tesoro, adquirido por Pablo en la década de los 80, más de 10 apartamentos del lugar estaban disponibles”.
Sobre el penthouse en El Poblado, ubicado en Medellín, dijo que una de las cuñadas del narcotraficante se lo habría quedado.
Por Redacción Por Esto
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