El Observatorio de Dinámica Solar de la NASA captó las imágenes de una espectacular explosión solar que ocurrió el pasado 29 de noviembre, considerada como una de las más grandes que se han registrado.
El material que arrojó el Sol se debe a la gravedad de los campos magnéticos y viaja a miles de kilómetros por hora en el espacio. En esta ocasión lo hizo con dirección hacia la Tierra.
Noticia destacada
NASA capta sonidos tenebrosos en el espacio y una calabaza, ¡bienvenido Halloween!
La tormenta solar no afectó los sistemas de comunicación en la Tierra, como ha ocurrido en otras ocasiones, sin embargo, medios de comunicación reportan que los rayos X y la radiación ultravioleta de la llamarada ionizaron la parte superior de la atmósfera terrestre, produciendo un apagón de radio de onda corta sobre el Atlántico Sur.
Estos efectos pudieron ser percibidos por radioaficionados y marineros, quienes habrían notado efectos de propagación extraños en frecuencias por debajo de 20 megahertz (MHz), con algunas transmisiones por debajo de 10 MHz completamente extinguidas.
El lugar de la explosión ocurrió detrás de la rama sureste del Sol, lo que provocó que fuera eclipsada parcialmente por el propio cuerpo del astro, ya que de no ser así, pudo haber alcanzado la clasificación “clase X”, que es la mayor en este tipo de fenómenos, sin embargo sólo fue M4.4.
La llamarada también arrojó una importante eyección de masa coronal al espacio, la cual está compuesta de plasma solar.
Los efectos de esta explosión pudieron haber golpeado el campo magnético de la Tierra el pasado 1 y 2 de diciembre.
Por Redacción PorEsto! RM