ARGEL, Argelia, 21 de febrero (AFP).- Los argelinos salieron en masa en el 53º viernes consecutivo para mantener, en vísperas de su primer aniversario, la llama de una protesta inédita que obligó al presidente Abdelaziz Buteflika a dimitir pero sin lograr cambiar el “sistema” en el poder desde la independencia.
La manifestación en Argel no dejó de crecer durante la tarde, al punto de colmar varias calles del centro de la ciudad, y al final de la jornada se dispersó en calma, según periodistas de la AFP.
No hay en el país un conteo oficial o independiente del número de participantes, pero la impresionante movilización parecía cercana a la de las grandes manifestaciones del “Hirak”, el “movimiento popular” de protesta inédito que agita a Argelia.
Se les unió un interminable cortejo procedente del barrio popular de Bab el Oed, constató otra periodista de la AFP.
“¡No hemos venido a celebrar, hemos venido a sacarlos de aquí!”, exclamaron los manifestantes. “El pueblo quiere la caída del régimen”, “La banda de bandidos debe partir”, gritaban.
Varias organizaciones ciudadanas y partidos pidieron “la movilización popular para descalificar la agenda de la regeneración del +Sistema+ y sentar las bases de una nueva república”.