Alfredo García
A pocos días de celebrarse el tercer período de elecciones generales en Israel en menos de un año, por la imposibilidad de formar gobierno en las dos ocasiones anteriores, el primer Ministro, Benjamin Netanyahu, confiado en su impunidad por el respaldo del presidente Donald Trump, prometió la construcción de 3,500 nuevas viviendas para colonos judíos en una polémica zona de Cisjordania, buscando los votos de los colonos y sus aliados.
“He dado instrucciones para depositar de inmediato los planes de construcción de 3,500 viviendas en la zona E-1. Esto se ha retrasado seis o siete años”, declaró Netanyahu. El plan E-1 ampliaría el gran asentamiento judío de Maale Adumim, conectándolo con Jerusalén a sólo 15 minutos en auto. Trascendió que la zona de colinas baldías de Givat Hamatos en las afueras de Jerusalén seleccionadas por Netanyahu, podrían dividir Cisjordania aislando a los palestinos de Jerusalén y alejando la esperanza de un Estado Palestino.
Finalizado el plazo en la segunda elección para formar gobierno el pasado diciembre, el Parlamento israelí convocó nuevas elecciones para 90 días después (10 de marzo). Sin embargo por coincidir con la festividad judía de Purim, la fecha de las elecciones se estableció para el 2 de marzo del 2020. La celebración del Purim tiene un carácter más nacional que religioso. Se trata de un “milagro” relatado en el antiguo Libro de Ester, que forma parte de la tercera sección de la Biblia Hebrea (Tanaj), en la que el pueblo judío logró sobrevivir a un intento de aniquilamiento por el rey persa Jerjes I alrededor del año 450 A.C. mediante la intervención de una joven judía llamada Ester.
Un mosaico de 30 partidos y agrupaciones políticas participarán en las elecciones generales en esta ocasión, aunque sólo 9 partidos encabezados por los dos mayoritarios: Likud y el opositor Azul y Blanco, tienen posibilidades de obtener escaños en el Parlamento. El resto con minoritarios votos, forman una cantera para potenciales alianzas con los ganadores de la contienda. Seis millones 394,030 votantes registrados, de los que se espera una participación de un 70%, elegirán entre Netanyahu, candidato del continuismo ultraderechista que aspira a un cuarto mandato, y el ex general Benny Gantz, representando el cambio hacia posiciones moderadas.
Los asentamientos de colonos judíos son comunidades subsidiadas por el gobierno de Israel en territorios palestinos ocupados, que pertenecen a la ANP según los límites establecidos tras la guerra de 1967, conocida como “De los seis días”, que definió internacionalmente las fronteras entre Israel y Palestina. Existen asentamientos israelíes en Cisjordania, Jerusalén Oriental y las Alturas del Golán. Más de 600,000 israelíes viven en unos 140 asentamientos junto a 3 millones de palestinos desde la ocupación de Israel en Cisjordania y Jerusalén Oriental, territorios que reclaman los palestinos para la creación de su Estado.
La ONU, la Corte Internacional de Justicia y la comunidad internacional, consideran “ilegales” los asentamientos de colonos judíos sobre la base de la Convención de Ginebra, que prohíbe la transferencia de personas por parte de una potencia a un territorio ocupado.
Desde la administración de Jimmy Carter en 1980 hasta la llegada de Trump a la Casa Blanca en 2017, los gobiernos de EU habían calificado los asentamientos de colonos judíos en territorios palestinos como “ilegítimos”. Una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU en 2016, estableció que los asentamientos “no tienen validez legal y constituyen una violación flagrante bajo el derecho internacional”.