Internacional

Alfredo García

El pasado martes se dio, en el Estado de Iowa, el disparo de arranque de las elecciones presidenciales en EU. En cada elección presidencial el Partido Demócrata y el Republicano realizan elecciones internas en todo el país (primarias y caucus), donde compiten los precandidatos para lograr el apoyo suficiente y ser nominado en su Convención Nacional candidato a la Casa Blanca.

Existen diferencias entre las primarias y el caucus. En las primarias los votantes acuden a las urnas y depositan su voto por un candidato. El caucus cita a los electores a una hora y lugar de reunión, donde se dividen en grupos según su preferencia y se cuenta el número de integrantes. Sólo se considera posible el grupo que alcance un 15% del total de votantes reunidos. Los que no llegan a esa cifra, pueden repartirse en el resto de los grupos. Después se contabiliza el número de votantes de cada grupo y se asignan los delegados según el resultado alcanzado.

El pequeño Estado de Iowa se encuentra situado en el Medio Oeste y su economía se basa en la manufactura, agricultura y turismo. Con una superficie de casi 146 mil km2 y una atípica población de poco más de 3 millones de personas, el 92% blanco, 3.8% hispanos, 2.3% afroamericanos y 1.5% asiáticos. Iowa posee unas 94 mil granjas que cubren más del 90% del Estado. Es el principal productor de maíz y etanol del país y posee el mayor rebaño porcino de EU. Su capital, Des Moines, es centro financiero del Estado, segundo mayor centro de seguros del país y el tercero mayor del mundo, detrás de Londres y Hartford.

Cada 4 años Iowa recibe una atención especial, porque es el Estado donde se realiza la primera consulta popular sobre los precandidatos a la presidencia de cada partido, brindando un impulso mediático a los que ganan su primera batalla electoral y el desaliento en los que obtienen peores resultados. Los candidatos obtienen los delegados estatales que después elegirán a los que acudan a la Convención Demócrata y Republicana en representación de Iowa, para elegir a su respectivo candidato presidencial.

En esta preliminar consulta partidaria, el contraste entre las irregularidades de la consulta demócrata y el apabullante respaldo al presidente, Donald Trump, sorprendió a todos. Trastornos en el sistema de conteo de votos en el caucus demócrata retardó el anuncio de sus resultados casi un día después de la cita, creando un inesperado caos organizativo, mientras en las primarias republicana, Trump obtenía el triunfo de “forma abrumadora” con el 97% de los votos frente a sus dos contrincantes, el ex congresista, Joe Walsh con 1.4% y el ex gobernador, Bill Weld con 1.2%.

La elección demócrata fue también sorprendente en términos políticos, por la inesperada victoria de Pete Buttigieg, alcalde de la pequeña ciudad de South Bend, Indiana, con el 26% de los comicios, seguido por el senador, Bernie Sanders, socialista-democrático y favorito en las últimas encuestas con un 25.1%, la senadora progresista, Elizabeth Warren, con el 18.3% y en último lugar el ex vicepresidente de centro-derecha, Joe Biden, con 15.6%. El casi desconocido Buttigieg, con 38 años, es el precandidato más joven en la contienda electoral. Graduado en la Universidad de Harvard de Licenciatura en Historia y Literatura, veterano de la guerra de Afganistán y miembro de la comunidad LGBT, algunos analistas atribuyen su creciente respaldo tanto en sectores liberales como en republicanos indecisos, a su devoción religiosa, perfil progresista y su actitud conservadora.

Trump se autoproclamó vencedor del primer round electoral de Iowa: “El Caucus demócrata es un desastre absoluto” (…) “La única persona que puede reclamar una gran victoria en Iowa anoche es Trump”, escribió en Twitter.