La prohibición de vuelos charter desde Estados Unidos a las provincias cubanas, excepto a La Habana, a partir de este 10 de marzo, daña duramente a las familias cubanas y sus vínculos, afirmó durante la jornada de este martes el ministro de Relaciones Exteriores de la mayor de las Antillas, Bruno Rodríguez Parrilla.
En su cuenta en Twitter, el Canciller del archipiélago manifestó que la medida viola los derechos humanos de los cubanos y la libertad de viaje de los estadounidenses.
Por su parte, el embajador de Cuba en Washington, José R. Cabañas, escribió en su cuenta en la propia red social que los “los enemigos de Cuba son extremadamente ignorantes, o extremadamente batistianos, o ambas cosas. Han escogido la fecha del golpe de Estado de 1952 para marcar la suspensión de los vuelos a provincias cubanas, tenemos memoria”, señaló.
El pasado 10 de enero, el Departamento de Transporte de Estados Unidos notificó que en 60 días entraría en vigor la suspensión de vuelos charter públicos entre cualquier punto de esa nación y Cuba, con excepción del Aeropuerto Internacional José Martí, de La Habana, destino para el que impuso un límite de 3,600 vuelos de ida y vuelta.
Esa cantidad, correspondiente a los niveles actuales de servicio, resulta insuficiente ante la eliminación del resto de los destinos dentro de la nación caribeña, y además de presión, procurará responsabilizar a la Mayor de las Antillas de los problemas causados por esta hostil ley, señalaron reportes de medios de prensa cubanos.
Esta acción contra nueve aeropuertos internacionales cubanos se une a las más de 190 medidas aplicadas desde 2017 contra el pueblo caribeño.
El cierre consular de la embajada estadounidense en la capital cubana, la suspensión de viajes de cruceros, la persecución contra barcos tanqueros que transportan petróleo, y la drástica reducción de los vuelos, forman parte de la estrategia de presión que la administración de Trump impulsa para ganar los votos de los anticubanos en la Florida.
Por Pelayo Terry Cuervo, especial para Por Esto!