WASHINGTON, EE.UU., 12 de marzo (AFP).- Las personas procedentes de Europa no podrán entrar en Estados Unidos durante al menos un mes desde el viernes. La decisión tomada por el presidente Donald Trump para frenar la propagación del coronavirus encolerizó a la Unión Europea (UE) y hundió las bolsas mundiales, mientras la pandemia sigue avanzando.
El mandatario estadounidense anunció la medida en un momento en que aumentan fuertemente los casos y los fallecidos en Europa, lo que ha llevado a los gobiernos a decretar mayores restricciones a los desplazamientos y las reuniones públicas.
El coronavirus, que surgió en diciembre en China, se ha expandido rápidamente por Asia, pero el ritmo de contagio en el continente se ha ido reduciendo en los últimos días.
La situación se agrava sin embargo en otros focos como Italia, España e Irán, donde el número de contagios y de fallecidos se disparó este jueves.
El coronavirus infectó a más de 130,000 personas en todo el mundo y mató a más de 4,900, según un recuento de la AFP.
Trump defiende su medida
La prohibición de ingreso a Estados Unidos no se aplicará a los ciudadanos procedentes de Reino Unido y la República de Irlanda, pero sí a todas las personas que hayan estado en cualquier país del espacio Schengen de libre circulación en los 14 días previos a su solicitud de entrada. La medida tampoco afectará a los estadounidenses ni a los residentes permanentes.
El Departamento de Estado exhortó asimismo a los estadounidenses a que eviten todo viaje al extranjero.
El anuncio de Trump irritó a la Unión Europea, que lamentó el carácter “unilateral” de la decisión en un comunicado firmado por la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y su par del Consejo Europeo, Charles Michel.
Pero el mandatario estadounidense defendió su decisión este jueves alegando que tenía que actuar “rápidamente” y que avisar a sus homólogos europeos habría llevado demasiado tiempo.
La prohibición de ingreso tuvo un fuerte impacto en unos mercados cada vez más preocupados por el coronavirus.
En Europa, las bolsas de Londres, París, Fráncfort y Madrid registraron caídas históricas, a pesar de que el Banco Central Europeo anunció medidas de estímulo económico.
A esa crisis provocada por el coronavirus se suma la caída de los precios del petróleo, después de que Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos lanzaran un pulso contra Rusia, que rechaza su propuesta de reducir la producción para sostener el oro negro en un período de baja demanda.
Las declaraciones de Trump llegaron después de que Brasil confirmara que había dado positivo por coronavirus uno de los consejeros del presidente Jair Bolsonaro que visitó a Trump en su residencia de Florida el pasado fin de semana.
La Casa Blanca indicó que Trump no necesita someterse a una prueba por el coronavirus, que infectó a más de 1.300 personas y mató a 38 en Estados Unidos.
Europa se adentra en el caos
Europa lucha por mantener el control sobre la propagación después de que el virus se cobrara la vida de cerca de 950 personas e infectara a más de 22,000 en el continente.
En Italia, donde hubo más de 15,000 contagios y más de 1,000 fallecimientos, los 60 millones de habitantes siguen aislados del mundo, especialmente después de que el gobierno decretara el miércoles el cierre de todos los comercios salvo los que venden alimentos y las farmacias.
La situación se agrava también en España con más de 3.000 casos y 84 muertos. Partes de Madrid usualmente llenas de turistas estaban este jueves menos concurridas, y las escuelas y universidades de la capital están cerradas.
Mejoría china
Mientras la situación empeora en Europa, China parece haber dejado atrás lo peor de la crisis del coronavirus, que infectó y mató a más personas en su territorio que en el resto del mundo.
Otras 11 personas fallecieron en el país asiático el jueves, el menor balance diario desde finales de enero, llevando el total de muertos a 3,169.
Algunos focos surgieron rápidamente en países como Irán, que anunció 75 nuevos fallecimientos el jueves, lo que deja su balance en 429 muertos y más de 10,000 infectados.
El nuevo coronavirus tardó en llegar a Latinoamérica pero su irrupción dio pie a medidas drásticas como la prohibición de entrada de extranjeros en El Salvador, la suspensión de vuelos procedentes de Europa por Bolivia y Venezuela, o la cuarentena obligatoria para viajeros dictada por Argentina, Colombia, Chile y Perú.