WASHINGTON, EE.UU., 26 de marzo (AFP/AP).- Estados Unidos alcanzó el jueves la mayor cantidad de infectados por coronavirus e informó de un aumento récord del número de desempleados en el país, mientras los líderes mundiales prometieron cinco billones de dólares para evitar el colapso económico mundial.
Más de 500,000 personas han contraído el nuevo coronavirus en todo el mundo, abrumando los sistemas de salud, incluso en los países más ricos, y desencadenando una avalancha de órdenes de confinamiento que han interrumpido la vida de millones de habitantes.
En Estados Unidos, más de 82,000 personas dieron positivo por la COVID-19, superando a Italia, que ha reportado la mayor cantidad de muertes, y a China, donde el virus se detectó por primera vez en diciembre en la ciudad de Wuhan. Se han registrado más de 1,000 fallecimientos por la enfermedad en Estados Unidos.
Ante el temor de una recesión mundial, los líderes del G20 sostuvieron una reunión virtual donde prometieron un “frente unido” para combatir la pandemia, junto con una enorme inyección financiera.
“El virus no respeta fronteras”, dijeron en un comunicado. “Estamos inyectando más de cinco billones en la economía global, como parte de una política fiscal específica, medidas económicas y sistemas de garantía para contrarrestar los impactos sociales, económicos y financieros de la pandemia”.
También prometieron un “fuerte” apoyo para los países en desarrollo, donde el coronavirus podría golpear después de causar estragos primero en China y luego Europa.
Pero la unidad prometida por el G20 ha sido escasa hasta el momento, con China y Estados Unidos lanzándose críticas sobre la gestión de la crisis del coronavirus.
Y tanto Italia como España, que tiene la segunda cifra más alta de muertes, se opusieron a un proyecto de plan económico de la Unión Europea que consideraron demasiado débil.
El primer ministro italiano, Giuseppe Conte, quiere una respuesta financiera “fuerte y suficiente” que despliegue “instrumentos financieros innovadores realmente adaptados a una guerra”, dijo su gabinete.
Récord de contagios en Francia
Alarmados por la rápida propagación de los enfermos en Italia, Francia ha tomado duras medidas para detener el virus y ordenó una cuarentena para su población el 17 de marzo.
Pero las 365 muertes reportadas el jueves fueron el peor balance diario en el país, y además, incluyeron la de una niña de 16 años, un caso raro de una joven que sucumbió a un virus que ha matado sobre todo a los ancianos.
“Es muy difícil estimar cuándo llegará el pico” de contagios, dijo el alto funcionario de salud francés Jerome Salomon. “Las personas que ahora están enfermas se infectaron antes de que comenzara el confinamiento”.
“Ahora hay menos contacto, la gente sale menos y se infecta menos. Así que esperamos que haya menos personas enfermas la próxima semana y menos personas que vayan al hospital”, dijo a los periodistas.
Con muchos hospitales desbordados, el personal médico en Italia y España se encuentra ante situaciones extremas.
En Londres, los hospitales públicos recibían un “tsunami continuo” de enfermos graves de la COVID-19, a pesar de una cuarentena impuesta esta semana.
Y en Nueva York, el epicentro del virus en Estados Unidos, las autoridades esperan frenar el crecimiento de infectados ya que la ciudad necesita más del doble de camas disponibles en el hospital.
Devastación económica
La pandemia se ha convertido rápidamente en una catástrofe para la economía global.
En Estados Unidos, la economía más grande del mundo, el Departamento de Trabajo informó que 3,3 millones de personas solicitaron subsidios de desempleo la semana pasada, una cifra récord.
Las pérdidas de empleos se han extendido en todos los sectores, desde los servicios de alimentos hasta el comercio minorista y el transporte, ya que casi la mitad del país ha cerrado las empresas “no esenciales”.
Pero Wall Street se disparó por tercer día consecutivo, recuperando las fuertes pérdidas de este mes, debido a las expectativas del mayor estímulo en la historia de Estados Unidos.
El jueves el Senado aprobó por unanimidad un paquete de dos billones que proporcionará pagos en efectivo con un promedio de 3.400 dólares para una familia de cuatro personas.
La demócrata Nancy Pelosi dijo esperar que la Cámara de Representantes, dirigida por ella, también haga lo mismo el viernes.
El presidente Donald Trump, que confía en que una economía fuerte le ayude a lograr la reelección en noviembre, ha sido uno de los pocos líderes en Estados Unidos en buscar un rápido retorno a la normalidad.
Rayo de esperanza
El confinamiento mundial, que también se impuso a la enorme población de India esta semana, se intensificó aún más el jueves cuando Rusia anunció que suspendería todos los vuelos internacionales, mientras que el alcalde de Moscú ordenó el cierre de cafeterías, tiendas y parques.
A millones de ciudadanos de Tokio también se les ordenó quedarse en casa, solo unos días después de que la ciudad se viera obligada a posponer los Juegos Olímpicos de 2020 por un año.
Pekín limitará drásticamente la llegada de la mayoría de los extranjeros, por temor a que los casos importados le den un nuevo impulso a la epidemia.
Sudáfrica optó por el confinamiento nacional después de que sus casos superaran los 900 contagios, alrededor de un tercio de los 2.975 en todo el continente.
El impacto del virus se ha extendido mucho más allá de los trabajadores de salud de primera línea, con miles de millones confinados en sus hogares y enfrentando lo que los expertos dicen que podría ser un daño psicológico duradero.
En Italia, los miembros del clero han estado entre los más afectados. De las más de 7,500 muertes de Italia, 67 han sido sacerdotes.
Pero el hecho de que Italia y España hayan registrado tasas diarias de contagios más bajas esta semana supone un rayo de esperanza.
La Organización Mundial de la Salud calificó los números de Italia como “signos alentadores”, pero advirtió que “todavía es demasiado pronto para decir si la pandemia está llegando a su punto máximo”.
Epicentro mundial del virus
Estados Unidos se convierte rápidamente en el nuevo epicentro de la pandemia global de coronavirus, como señala la disparada de nuevos casos el jueves, mientras el desempleo alcanza máximos históricos.
Varios hospitales neoyorquinos se declaran abrumados por los crecientes casos de COVID-19, y un 40% de la población del país está bajo cuarentena.
Más de 100 personas murieron por el coronavirus en las últimas 24 horas en Nueva York, donde una larga fila de personas, la mayoría con máscaras y ubicadas a dos metros de distancia una de otra, aguardaba fuera del hospital Elmhurst en Queens bajo guardia policial para someterse a un test.
El gobernador Andrew Cuomo dijo que la mayor prioridad es “aplastar la curva” de nuevos casos en el área metropolitana de Nueva York. El estado tiene 53,000 camas de hospital disponibles, pero está haciendo lo posible por aumentar la capacidad a 140,000, la cifra que cree que precisará en 20 días, cuando se llegue al pico de la pandemia.
“Hay que bajar esa curva y no abrumar al sistema hospitalario”, dijo Cuomo a periodistas.
Cuomo anunció que el saldo de muertes del estado debido al coronavirus subió a 385, 100 de ellas en las últimas 24 horas.
El alcalde de la ciudad de Nueva York, Bill de Blasio, dijo que en días recientes los hospitales han recibido equipamientos que precisaban urgentemente.
“Pero sabemos que enfrentaremos enormes desafíos en el futuro en términos de producir suficiente espacio en los hospitales o suficiente personal que esté entrenado para ayudarnos en esta crisis”, indicó.
El desempleo se dispara
La pandemia ya ha causado estragos en la mayor economía mundial, que parece encaminarse hacia una recesión.
El departamento de Trabajo informó que 3,3 millones de personas solicitaron beneficios de desempleo la semana pasada, la mayor cifra desde que se empezó a registrar este dato, por lejos.
Se han perdido miles de empleos en restaurantes, bares, hoteles, en la industria del transporte o del entretenimiento.
El Congreso estadounidense, normalmente muy polarizado, se ha unido para enfrentar la crisis.
El Senado aprobó unánimemente en la madrugada un paquete de estímulo de 2 billones de dólares -el mayor rescate de la historia estadounidense- que permitirá que familias con un promedio de cuatro personas reciban un pago de 3,400 dólares.
El proyecto de ley será tratado el viernes en la Cámara de Representantes, donde líderes de ambas cámaras han llamado a su aprobación.
“Será aprobado, y será aprobado con un fuerte apoyo bipartidario”, dijo a periodistas la líder de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi. “Mañana tendremos una victoria para los trabajadores estadounidenses”, añadió.
Trump, anunció el jueves que propondrá clasificar las distintas regiones del país según el riesgo generado por el coronavirus para ayudar a los estados a endurecer o flexibilizar sus medidas contra el patógeno.
En una carta enviada a los gobernadores estatales difundida por la Casa Blanca, Trump afirmó que una mejoría en las pruebas médicas permitía ahora determinar la amenaza del coronavirus a nivel local.
“Con esa información basada en hechos, sugeriremos pautas para definir los condados como de riesgo alto, medio o bajo”, explicó.
Los gobernadores estatales son quienes tienen la autoridad para ordenar o levantar las medidas de cuarentena y distanciamiento social, así que no está claro cuál será el impacto de lo propuesto por Trump.
El presidente dijo que esa iniciativa se llevaría a cabo con la estrecha colaboración de expertos sanitarios.
Este jueves no indicó cuando se presentarán esas directrices, pero ya había sugerido que podría haber cambios en la forma de afrontar el virus la próxima semana, cuando finalice un periodo de 15 días en el que se recomendó a la población mantener medidas de distanciamiento social.
Algunos expertos sanitarios alertaron en los últimos días sobre el peligro de un repunte de la enfermedad si las medidas contra la expansión del coronavirus se levantan demasiado pronto.