GINEBRA, Suiza, 7 de marzo (EFE).- Hace veinticinco años el movimiento feminista se fijó en la Conferencia Mundial de Pekín lograr que el 30 % de los legisladores en el planeta fueran mujeres, una meta que está camino de lograrse pero que ya no se considera suficiente, a ojos de la organización que aglutina a los parlamentos de todo el mundo.
En 1995 sólo un 11.3 % de los escaños parlamentarios globales estaban ocupados por mujeres, el porcentaje actual es de más del doble (24.9 %), pero la meta fijada en 1995 se ha quedado pequeña, destaca la Unión Interparlamentaria (UIP) en su informe anual, que este año ha querido repasar 25 años de avances desde Pekín.
En aquel entonces, sólo cinco parlamentos del planeta superaban la meta del 30 %, todos en Europa (Suecia, Noruega, Dinamarca, Finlandia y Europa), pero incluso en el caso sueco, entonces líder mundial en participación femenina, el porcentaje de parlamentarias no llegaba a la paridad, y era del 40.4 %.
En 25 años el proceso de incorporación de la mujer a la política se ha extendido por otras regiones y “actualmente quien lidera el proceso son las Américas, con un 31 % de mujeres en sus parlamentos”, según indicó Chungong.
De hecho, de los tres únicos países del mundo donde las mujeres tienen mayor cuota que los hombres en los parlamentos nacionales, dos son latinoamericanos: Cuba (53.2 %) y Bolivia (53.1 %), aunque el líder mundial es Ruanda (61.3 %).
Entre los veinte países con tasas más altas también destacan otros países latinoamericanos como México (48.2 %), Nicaragua (47.3 %), Costa Rica (45.6 %), España (44 %) y Argentina (40.9 %).