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WASHINGTON, Estados Unidos, 11 de mayo (AFP).- Mientras el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, impulsa la reactivación de la economía golpeada por la pandemia del coronavirus, la propia Casa Blanca lucha contra un brote en su interior.

Y frenar un virus altamente contagioso no es una tarea sencilla en el Ala Oeste, epicentro del poder estadounidense, donde el distanciamiento social aconsejado para evitar contagios es, de hecho, muy difícil de aplicar.

En los últimos días, dos miembros del personal de la Casa Blanca dieron positivo.

Pero el lunes, horas antes de una conferencia de prensa en los jardines de la Casa Blanca, Trump no hizo referencia al tema, ansioso por proyectar a toda costa, e irresponsablemente según sus detractores, la imagen de un país que superó la COVID-19 y reinicia sus actividades.

“Las cifras del coronavirus están MUCHO mejores, bajando en casi en todas partes. ¡Se ha hecho un enorme progreso!”, tuiteó Trump, entre dos ataques contra los medios de comunicación “enemigos del pueblo”, y contra su predecesor, el demócrata Barack Obama, quien según el mandatario está en el corazón de un rotundo “Obamagate” del que no ha dado ningún elemento tangible.

Kevin Hassett, asesor económico de Trump, resumió este fin de semana el sentimiento general de manera lacónica: “Da miedo ir a trabajar”.

“Cuando regresé sabía que estaba arriesgándome, que estaría más seguro sentado en mi casa que en el Ala Oeste, que con todas las pruebas del mundo y el mejor equipamiento médico en la Tierra, es un lugar bastante abarrotado”, declaró a la cadena CNN.

Los hechos están ahí: la COVID-19 se está acercando al presidente y al vicepresidente, quienes ahora son examinados a diario.

Pence no está en cuarentena

El nuevo coronavirus hizo su aparición oficial en la Casa Blanca hace unos días: Katie Miller, la portavoz de Pence y esposa de Stephen Miller, asesor cercano de Trump, dio positivo. Un edecán del presidente también.

Tres integrantes de la célula de crisis del Ejecutivo estadounidense para afrontar la pandemia decidieron autoaislarse por precaución: Anthony Fauci, el epidemiólogo de renombre mundial que se ha distinguido en la lucha contra muchos virus, desde el sida hasta el Ébola; Robert Redfield, el director de los Centros para la Prevención de Enfermedades Infecciosas (CDC), y Stephen Hahn, el jefe de la agencia reguladora de medicamentos, FDA.

En un memorando interno publicado el lunes, la Casa Blanca pidió a todos los que trabajan en el Ala Oeste que usen tapabocas al ingresar y al trabajar en el edificio, a menos que estén en su escritorio.

Durante las “sesiones informativas” en la sala de prensa, todos los periodistas, cuya temperatura se toma sistemáticamente antes de ingresar a la Casa Blanca, hacen sus preguntas con tapabocas.

Estados Unidos es, con mucho, el país más afectado del mundo por el nuevo coronavirus, con más de 79,000 muertes. Y si bien la situación está mejorando lentamente en Nueva York, el principal brote estadounidense, la epidemia no logra desacelerarse a nivel nacional.

Para Obama, la situación es clara: la gestión por parte de la Casa Blanca es un “desastre caótico absoluto”.

Tres regiones de Nueva York reabrirán gradualmente

Tres regiones del estado de Nueva York, epicentro de la pandemia de coronavirus en Estados Unidos con más de 26,600 muertos, podrán reabrir gradualmente como estaba previsto el 15 de mayo, pero no aún la Gran Manzana, informaron el lunes las autoridades.

“Empezamos un nuevo capítulo hoy de muchas maneras”, dijo el gobernador Andrew Cuomo en conferencia de prensa, al anunciar la reapertura parcial de la construcción, la industria y el comercio minorista con entregas de las compras fuera de locales en tres de las 10 regiones de este estado de 19 millones de habitantes.

Francia y España salen del confinamiento

Millones de personas en España y Francia recuperaron parcialmente la libertad de circulación el lunes con el levantamiento de restricciones impuestas contra la pandemia del coronavirus, pero la OMS recomendó una “vigilancia extrema” para evitar un rebrote, como en Corea del Sur y China.

En España, uno de los países más afectados con 26.744 muertes aunque el número de decesos va en descenso, se permiten reuniones en grupos de hasta diez personas, sentarse en terrazas con aforo limitado o acudir a tiendas sin pedir cita previa.

En Francia, algunos comercios abrieron, millones salieron de casa y regresaron al trabajo para reactivar una economía que lleva dos meses casi parada, pero con medidas de seguridad como el uso de mascarillas obligatorio en el transporte público.

Regreso a las aulas de manera progresiva en Europa

Alumnos, maestros y profesores volvieron este lunes a las aulas en varios países europeos, con la excepción notable de Italia, tras varias semanas de confinamiento por el nuevo coronavirus.

Algunos se había adelantado —Dinamarca o Noruega— y este lunes fue el turno de los niños de Holanda, Grecia, Suiza, Croacia y Serbia de volver a la escuela, con un sistema de turnos y edades.