Internacional

Al borde del abismo

Alfredo García En torno a la noticia

El presidente, Donald Trump, los legisladores republicanos y los medios de comunicación favorables a Trump, han iniciado una virulenta campaña contra China, que sugiere parte de la estrategia de campaña electoral del Partido Republicano.

En un reciente artículo publicado en Sputnik Mundo, el periodista e investigador uruguayo, Raúl Zibechi, informa sobre el aumento de las tensiones entre Estados Unidos y China: “Días atrás trascendió que el Ministerio de Seguridad de China, instaba al Gobierno a prepararse incluso para una guerra, en vistas de la presión de la Casa Blanca y de Occidente, con renovadas acusaciones sobre su responsabilidad en la pandemia que alcanzaron un nivel de histeria”, escribió Zibechi.

“El citado informe” agrega el periodista, “habría sido elaborado por los Institutos de Relaciones Internacionales Contemporáneas de China, CICIR, y expertos del Ministerio de Seguridad del Estado, que es el principal órgano de Inteligencia de China. Además de contener el ascenso de China, los especialistas estiman que EEUU pretende debilitar el Gobierno del Partido Comunista, socavando la confianza de la población”.

Según Zibechi, frente a esta situación, el gobierno chino tiene entre sus planes “dos armas pesadas”: El periódico de Hong Kong, South China Morning Post, citó: “Una de ellas consiste en reducir sus vastas tenencias de bonos del Tesoro de Estados Unidos. China podría desencadenar una caída del dólar estadounidense y de los mercados financieros, inundando el mercado con bonos del Tesoro de EEUU a la venta, lo que empujaría a la baja los precios de los bonos estadounidenses”.

La otra “arma”, sería un aumento de su capacidad nuclear. Según, Hu Sijin, editor jefe del periódico chino, Global Times, “China necesita aumentar sus ojivas nucleares a 1,000 porque necesitamos un arsenal nuclear más grande para frenar las ambiciones estratégicas e impulsos estadounidenses hacia China. Quizás tengamos que enfrentar desafíos con una determinación más fuerte en el futuro cercano, lo que requiere el apoyo de los misiles Dongfeng y Julang”, (misiles intercontinentales de cuarta generación).

El aumento de las tensiones políticas entre grandes potencias, ha creado escenarios de alto riesgo en el Océano Pacífico y el Estrecho de Ormuz, que paso a paso han ido llevando al mundo al borde del abismo. La “ejecución extrajudicial” del líder de Al Qaeda, Osama bin Laden, violando la soberanía de Pakistán en mayo de 2011, sentó precedente para que 9 años después, el presidente Trump ordenara la “ejecución extrajudicial” del general iraní, Qasem Soleimani, en Irak. En medio de la tensión creada por el “asesinato selectivo” de Soleimani, un avión comercial ucraniano con 176 personas a bordo fue derribado cerca de Teherán debido a un “error humano”, al ser confundido con un “blanco hostil” por las defensas iraníes.

Más reciente, durante un ejercicio naval en una zona próxima al Estrecho de Ormuz, por donde pasa el 20% del petróleo y el 35% del comercio mundial, un misil iraní disparado por “error humano” impactó un buque que participaba en la maniobra, mató a 19 marinos iraníes y 15 resultaron heridos. En esa región se han producido en el último año, decenas de ataques y sabotajes por parte de EEUU e Irán.

Mientras la ciencia se muestra inerme frente al letal coronavirus, como lo estaría la tecnología ante la inesperada amenaza del choque de un asteroide contra nuestro planeta, fenómenos causados por fuerzas de la naturaleza ajenos a la voluntad del hombre, las crecientes tensiones políticas entre las grandes potencias, que si pueden ser evitadas por los líderes mundiales, crean grandes riesgos de seguridad por errores técnicos o humanos, que pueden provocar una inesperada catástrofe mundial.