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NUEVA YORK, EE.UU., 15 de mayo (AFP/EFE/AP/REUTERS).- El confinamiento en gran parte del estado de Nueva York llegó a su fin este viernes luego de dos meses. Pero no aún en la Gran Manzana, antes epicentro de efervescencia económica y cultural y hoy foco de la pandemia de coronavirus, donde el aislamiento seguirá por lo menos hasta el 28 de mayo.

Varios comercios e industrias no esenciales reabren gradualmente sus puertas en las cinco regiones menos pobladas del estado.

Sin embargo en la ciudad de Nueva York, donde los muertos por el virus suman más de 20,000, las autoridades temen un rebrote y sus 8,6 millones de habitantes se enfrentan resignados a un futuro incierto.

“Prolongar el confinamiento es la decisión correcta. Realmente apesta, pero no hay opción. Estamos tratando de poner nuestra mejor cara”, dice a la AFP Shelby, una corredora de bolsa neoyorquina de 40 años que no quiso dar su apellido.

“Astutos”

El alcalde Bill de Blasio ya anunció que las piscinas no abrirán este verano en la calurosa megalópolis, y las playas quizás tampoco.

Las escuelas estarán cerradas hasta el comienzo del nuevo año escolar en septiembre, por lo menos. Las autoridades investigan 110 casos en el estado de niños y jóvenes con un grave síndrome hiperinflamatorio posiblemente vinculado al coronavirus, que ha provocado ya tres muertes.

Cenar fuera, ir a un bar, a un museo, a un teatro en Broadway, a bailar, a un partido de béisbol, a un concierto en Madison Square Garden... Todo lo que representa Nueva York e implica una aglomeración de personas permanece cerrado.

“Tenemos que ser astutos”, insiste el gobernador Andrew Cuomo. “No hay que minimizar el virus; nos ha ganado una y otra vez”.

“Fantasmas ambulantes” -

Los hispanos y negros, muchos de bajos recursos, con enfermedades crónicas anteriores, hacinados en pequeños apartamentos y sin seguro médico, tienen la mayor tasa de mortalidad debido a la COVID-19 en Nueva York, casi el doble que la población blanca.

En total, la enfermedad ha matado a más de 27.000 residentes del estado de 19,6 millones de habitantes.

En el ápice de la pandemia, el 9 de abril, 799 personas murieron en el estado de Nueva York en 24 horas. La cifra ha caído a menos de 160 muertos esta semana.

Varias regiones del estado que cumplen con una serie de criterios comenzaron a reabrir este viernes la industria, la construcción y la venta minorista con entrega fuera de los locales.